Opinión

Confío en mi ciudad

Hablo con unos y hablo con otros. Todos con buenas palabras pero soluciones, cero. Me voy a la cama con el corazón mandando sobre la razón porque si no sería imposible dormir. Siempre he presumido de ourensano y moriré así, quizá por eso mantengo entre los nervios la sonrisa del que confía en los suyos. Al final esto está en manos de mis vecinos y por ellos sigo poniendo la mano en el fuego. Porque es algo nuestro y la decisión la tomamos nosotros. En Ourense podemos pecar de poco ambiciosos, modestos o incluso pesimistas pero gilipollas no somos, eso seguro. Quizá por eso el corazón me dice que hoy la lógica hará que todos esos cientos que me han cosido el móvil, parado por la calle o incluso timbrado en casa gritarán con la misma rabia e ilusión que lo haré yo cuando me digan que somos ACB. Que Ourense es de Primera.

Otro años podría pensar que es cuestión de pasión o incluso devoción. Esta vez no. Aquí todos vamos en la misma línea. Nadie tiene nada que decir. No es dinero público, capricho de unos pocos o decisión al alzar. Esto es nuestro y nos lo hemos ganado. Nos hemos ganado tener algo por lo que presumir. Se lo han ganado unos tíos que se han dejado su sueldo en Ourense por un equipo de Ourense. Se lo ha ganado una ciudad que está preguntando donde hay que pagar el carnet que van ahora mismo con el dinero en la mano.

Hacednos llorar pero de ilusión, de fe, de orgullo. ¿Y si no lo volvemos a ver nunca más? Soy de Ourense. No me falléis. Por favor.

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