Opinión

¿Cuál es la verdad?

Hace poco más de cuatro meses tenía el placer de compartir conversación con Pedro Rivero. Él dudaba de la fiabilidad de la ACB, yo de la de su club. Con testigos delante, él creía que la Liga quería y necesitaba equipos nuevos pero que los que ya estaban sacarían las uñas para no perder la poltrona. Yo, con información desde la propia ACB, le decía que en la Liga si alguien tenía la plaza segura era el COB siempre que el propio COB cumpliese con lo firmado.

Para entonces ya había pasado más de la mitad de la prórroga concedida para hacer efectivo un ascenso que nunca debió escaparse en el tiempo reglamentario. Entonces las instituciones salvaron del fracaso al club. Esta vez no. 

Comprendo a quienes cargan con dureza contra quienes tienen capacidad para haber evitado este desenlace pero también a los que no son capaces de justificar, se les cuente ahora lo que se les cuente, que en un año no han sido capaces de renovar una operación que nunca debieron retirar hasta haber firmado otra.

La directiva dice que la engañaron y los dueños argumentan que no han podido hacer más.

Ellos sabrán la verdad y están obligados a contarla si no quieren que pensemos que en el fondo ha sido todo una pantomima  tejida para repartirse la culpa. Una versión que ya muchos dan por segura.

¿Por qué no se negoció con más bancos hasta la pasada semana? ¿Por qué la directiva no se plantó cuando veía que la operación bancaria se quedaba en un cajón? ¿Por qué el acuerdo bancario de hace un año no valió ahora cuando las cantidades eran las mismas? ¿Por qué el club no buscó capital privado para solventar los posibles quiebros de las instituciones? ¿Por qué al final el propio Consejo ha acabado fragmentado? ¿El verdadero interés es que el club tampoco juegue en LEB Oro? Y lo más importante: ¿Alguien va a decir la verdad? También lo dudo.

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