Opinión

Me resisto a creerlo

Hace unas semanas, cuando nadie dudaba de que Ourense iba a cumplir con su parte del trato y los únicos fantasmas a la vista estaban en la Asamblea de la ACB, llamó un colega del que presumo de amistad preguntando por la situación del COB. Escribe a diario en un medio de referencia de una competición a la que Ourense todavía aspira.

Mi respuesta fue contundente y su comentario insultante. El "seguro que pasará algo" no me resultó extraño porque es una frase que se ha escuchado en Ourense durante todo el año pero sí el "al final siempre os quedáis con las ganas. En el fondo sois un poco aldeanos. Parece que os da miedo lo que pensáis que os puede venir grande".
Me enfadé y mucho y aposté a que "el día 15 hablábamos" cuando el COB ya fuese un equipo más de la Liga.

Prometo que en ese momento no dudaba de mi pronóstico. Hoy casi sentencio el contrario y me da pena pensar que igual estamos tan ciegos que no vemos la sensación que tienen de nosotros y los motivos que llevan a pensar en ello.

En semanas de mucho ruido y pocas nueces lo de menos es quién tiene cuernos, tridente y rabo y quién corona y alas. Si nos quedamos sin ACB no habrá ganadores y eso es lo más doloroso de todo. Nadie duda de que Ourense ganaría con el COB en la ACB. Unos dirán que mucho y otros que muchísimo pero nadie lo duda.

Por eso, en la calle nadie se explica qué está pasando. Cómo es posible que algo que tenemos en la mano seamos capaces de dejarlo escapar. Qué la ACB nos echa el día 15 y nos paga 3,5 millones de euros. Malditos. Pero que prefiramos hacer el ridículo nacional a presumir de equipo por España adelante no hay Dios que lo justifique. 

Está en nuestra mano, lo demás es mentira.

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