Opinión

El culebrón que no cesa

Twitter no vive su mejor momento, le toca hacer frente a un problema vital. Los ingresos publicitarios, imprescindibles para mantener la empresa a flote, han caído un 15% anual, lo que se traduce en más de 16 millones de pérdidas de su principal negocio, según un informe interno publicado por el portal “Platformer”. 

Su propietario, Elon Musk, no para de verse envuelto en múltiples polémicas que no mejoran la situación. La cantidad de despedidos  y cambios impuestos por Musk tras ponerse al frente de Twitter han generado el caos absoluto que en este último mes ha llevado a las grandes compañías a retirar sus planes para anunciarse dentro de la plataforma. Las reservas semanales por publicidad han pasado a desplomarse un 49%, partiendo de la base que el 92% de los ingresos proceden del sector publicitario esto supone un gran problema que pone en peligro a la aplicación.

Entre las principales compañías que han abandonado sus inversiones en publicidad se encuentran Ford, Chevrolet, Heineken, AT&T, Jeep, CNN, Citigroup o Verizon, entre otras muchas. Este grupo de empresas habrían gastado la nada desdeñable cifra de casi 2.000 millones de dólares en publicidad desde el año 2020.

El conflicto ha llegado hasta Apple. Hace días se publicaba que la empresa fundada por Steve Jobs había amenazado a Musk con eliminarlo de la App Store, aunque parece que finalmente las aguas vuelven a su cauce y los CEOs de ambas empresas han llegado a un acuerdo después de considerar todo lo sucedido como un malentendido.

El problema en Twitter viene de lejos. Antes de la mediática llegada de su nuevo dueño, la plataforma llevaba años con dificultades que venían afectando a su modelo de negocio. Analistas e inversores han explicado que Musk tiene que asegurarse de que la compañía sea lo suficientemente rentable como para cumplir los pagos de deuda o, de lo contrario, requerirá de una inyección de efectivo.

El magnate y sus coinversores emitieron un cheque por más de 30.000 millones de dólares de su propio dinero para el acuerdo. Una de las primeras decisiones tomadas fue una reducción drástica de los costes con el despido de la mitad de la plantilla, que estaba formada por un total de 7.400 empleados. Lo que buscan es ahorrar hasta 1.000 millones de euros anuales en infraestructura incluidos los servidores y los servicios en la nube. 

Musk también ha pasado a diseñar un plan de pago con el que pretende incrementar de forma exponencial su base de suscriptores con el fin de crear una red mucho más estable que le permita a la compañía mantenerse a flote. Se incluirá la verificación de la autenticidad de sus usuarios, y costará ocho dólares al mes. Los analistas coinciden en que esto puede resultar de gran ayuda si consiguiera generar suficientes ingresos y diversificar las ganancias, aunque sin alinear a los usuarios. 

Además, espera que las suscripciones representen el 50% de los ingresos totales de la plataforma, pero los usuarios no se encuentran muy seguros de si participar. Según una encuesta de la  firma global de investigación de mercado y consultoría  The Harris Poll,  la mitad de los usuarios frecuentes de Twitter en Estados Unidos se están pensando si abandonar la plataforma en busca de otras que les ofrezcan servicios similares en el caso de que se establezca la cuota de suscripción mensual. 

Ahora toca esperar si estas semanas llenas de polémicas consiguen quedar apartadas y el propietario de Twitter logra poner rumbo a la red social, manteniendo sus expectativas de negocio y rompe récords de nuevos usuarios y usuarios en activo.

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