Opinión

Google también se adentra en la IA

Google se suma a la tendencia de la IA. Hace unas semanas hablábamos sobre la incorporación de ChatGPT en el buscador de Microsoft y era cuestión de tiempo que Google reaccionara. Bard es el chatbot de Google con el que la multinacional deja claro que no se va a quedar atrás en esta carrera. 

Se han visto presionados por el reciente lanzamiento de Microsoft y han tenido que forzar sus plazos de desarrollo por lo que no han presentado la herramienta como una versión “beta” sino como un “experimento”. 

El chatbot está integrado en el buscador al igual que los de su competencia, pero para evitar que cualquier error salpique al motor de búsqueda, funciona de manera independiente. Está diseñado para que los usuarios puedan acceder al buscador y revisar sus respuestas con el fin de evitar que se entienda como un nuevo motor, Google lo presenta únicamente como una herramienta que mejora la experiencia del usuario. 

Este chat generativo es capaz de ofrecer información actualizada,no como la popular IA de Open AI que queda limitada a 2021. Ofrecer respuestas siempre en base a información actualizada es una de las mayores ventajas con las que cuenta esta herramienta y es posible gracias a que está conectada directamente con el buscador de la gran G. 

Bard genera tres respuestas simultáneas en diferentes tonos a cada consulta. Algunas son más creativas, mientras que otras con más escuetas y formales. A pesar de sus capacidades, no está pensado para sustituir la experiencia de búsqueda tradicional sino más bien para ser un asistente que ayude a impulsar la creatividad y mejore la experiencia del usuario. 

Al igual que sus competidores, Google asegura en un comunicado oficial de su blog que esta herramienta no está exenta de errores y es propensa a “alucinar”, es decir, a inventarse datos y hechos. Pero a pesar de estos pequeños errores, este nuevo chatbot presenta características mejoradas respecto a los presentados con anterioridad. 

Del mismo modo que el resto de chatbots, genera diferentes respuestas a la misma pregunta, es capaz de generar ideas y tiene la habilidad de citar y comentar sus respuestas. En cuanto a las novedades, Bard es mucho más cauto que ChatGPT, evita responder a preguntas que puedan causar controversia o que tengan una alta probabilidad de generar información incorrecta. También está entrenado para no dar consejos en temas delicados como los financieros, médicos o legales que pueden llevar a sugerencias erróneas a los usuarios. 

Bard ya se encuentra disponible para un grupo limitado de personas en Estados Unidos y Reino Unido, que, con el tiempo, se irá ampliando a todo el mundo. Actualmente no hay calendario sobre los siguientes pasos del proyecto, no sabemos a qué ritmo se irá haciendo el despliegue general del chatbot. La empresa de Mountain View está siendo precavida con su lanzamiento, le ha dado acceso a la herramienta a un grupo reducido en el intento controlar cualquier comportamiento inesperado que ya se ha visto en otras herramientas de este tipo. Fuentes internas aseguran que por el momento prima la calidad y seguridad de los usuarios. 

La filial del grupo Alphabet camina lento pero segura, no ha sido la primera en llegar pero sí ha demostrado tener las bases más sólidas de cara a desarrollar el mejor chat inteligente del mercado. Por el momento es sólo una prueba, pero veremos su impacto cuando sea una realidad en todo el mundo. La inteligencia artificial avanza a pasos agigantados, adaptarse es la clave para no quedarse obsoleto.

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