Opinión

Crear familia

En una ocasión Saramago escribió sobre los hijos y opino que muy acertadamente. Creo que el mes de mayo, mariano por excelencia, son incontables las familias que acuden a los santuarios comenzando en Ourense por la obligada visita al Santuario de O Couto, en el que se vuelcan de manera misteriosa los ourensanos durante todos estos días pero sobre todo el pasado lunes día 13. Es, Fátima, el lugar común de encuentro para familias enteras. En Ourense, año tras año de manera reiterada, es una novena con actos, como el de las madres, que emocionan y mueven los corazones. Lo acabamos de observar. En definitiva son unos días para vivir, en torno a una Madre, el sentir profundo de lo que es una familia. Fátima potencia y bendice a la institución familiar que hoy en día parece una entidad controvertida.

Y es importante porque la sociedad camina siempre al ritmo que la familia le marca. Basta tomarse la molestia de recorrer la historia y observar como cuando la familia estuvo herida, la sociedad también lo estuvo. Y dentro de la institución familiar están los hijos como pieza básica, esencial y fundamental. He tratado de buscar en mi archivo y he encontrado el párrafo de Saramago que, en este caso, es certero. Dice el portugués entonces afincado den Canarias:

“Hijo es el ser que Dios nos prestó para hacer un curso intensivo de cómo amar a alguien más que a nosotros mismos, de cómo cambiar nuestros peores defectos para darles los mejores ejemplos y, de nosotros aprender a tener coraje. Sí. ¡eso es! Ser madre o padre es el mayor acto de coraje que alguien pueda tener, porque es exponerse a todo tipo de dolor principalmente de la incertidumbre de estar actuando correctamente y el miedo a perder algo tan amado. ¿Perder? ¿Cómo? ¿No es nuestro? Fue apenas un préstamo y que son nuestros mientras no pueden valerse por sí mismos, luego le pertenece a la vida, al destino y a sus propias familias. Dios bendiga siempre a nuestros hijos pues a nosotros ya nos bendijo en ellos”.

He tenido que cerciorarme bien de la autoría de este párrafo y efectivamente es de este autor que tantas veces se apartaba de la fe. Pero la realidad es que estas palabras serían muy a tener en cuenta siempre. Y en estos días cuando tantas madres se acercan a implorar a la Virgen María todo lo bueno para sus hijos cobran un lugar especial. Faltan hogares capaces de apagar la televisión para dialogar, compartir y también para rezar sobre todo por el bien de las familias. La misma sociedad, los gobernantes debieran en esto ser conscientes del favor que harían al pueblo protegiendo y fomentando el clima familiar.

Primero Fátima y ahora María Auxiliadora son advocaciones que nos llevan a vivir estas reflexiones. Nada seriamos la Familia Salesiana sin la presencia de quien lo hizo todo como Don Bosco recordaba afirmando también: “Acudid a María Auxiliadora y sabréis lo que son milagros”.

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