Opinión

Las dudas del batiburrillo actual

He dejado pasar el tiempo para reposar ideas. Quisiera manifestar hoy aquí una serie de dudas que me acechan al contemplar la serie (parece interminable) de hechos que tal vez por mi falta de inteligencia me es difícil comprender.

Para comenzar, y en clave de humor, se me ha caído la cara de vergüenza al oír en una televisión a una entrevistadora que trataba de hablar en un canal de TV el día 2 de mayo, fiesta de la Comunidad de Madrid. Con toda la naturalidad afirmó: “Fiesta del 2 de mayo que es ese homenaje a las víctimas de aquel levantamiento contra las tropas de Franco”. Sin comentario porque bien creo que todos ustedes son conscientes de que aquello aconteció en 1808 contra las tropas francesas. Muy posiblemente, en aquella época Franco estaría en otra galaxia. Es revelador de la falta de cultura de muchos de la generación actual. Bien creo que para ponerse delante de una cámara o de un ordenador para escribir algo, hay que tener un mínimo de información. Meteduras de pata como la que comentamos marcan la historia del periodismo. Tristísimo.

Pero son muchos los hechos que perturban nuestra imaginación cargándola de dudas venidas de todas partes. Hay una que he tratado de contener y dejar pasar los días para dar rienda suelta a esas dudas. Se trata del incendio de Notre Dame de París. Muchas las incógnitas que para mí son difíciles de cuadrar. Los obreros acabaron a las cinco de la tarde y el incendio comienza a las siete. La empresa se supone que posee cierta categoría y que los encargados de la seguridad allí deben estar vigilando día y noche. ¿Cómo es posible que aparezcan colillas en los andamios y que “supuestamente” pudieran ser la causa? En dos horas ¿el de seguridad lo ignoró? La fecha del incendio también es sospechosa. Nada menos que la jornada más importante para los cristianos que es la Pascua. La gravedad llega a las cotas más altas al observar y valorar la responsabilidad de la empresa que estaba llevando a cabo la restauración.

Además, tenemos muy presente que grupos terroristas tienen amenazados otros centros de culto cristiano, como son las catedrales de Sevilla y Santiago y el mismo Vaticano. Esperemos, confiemos y hagamos votos para que les llegue la conversión antes de dilapidar el arte, ofender a la fe y masacrar vidas inocentes a las que únicamente mueve la libertad para profesar sus creencias. Esperemos.

Siguiendo con este caso, en la laica Francia, en la que ya ha habido sonoros atentados mis dudas se acentúan. ¿Existe en esta nuestra Europa un rígido control de todos y cada uno de los inmigrantes que están llegando y que son recibidos con todo el cariño y actitud sumamente humanitaria? Aquella carta de los obispos del Líbano al papa manifestaban sus serias dudas.

Si somos realistas, estamos observando los reiterados ataques yihadistas contra al cristianismo quemando iglesias y matando creyentes y en definitiva en contra de la cultura occidental a la que algunos consideran “infieles”. Tengo la duda de si algunos siguen manteniéndose en lo “políticamente correcto” ignorando en su verdadero lugar estas tropelías.

Se acaba el espacio pero quedan en la memoria las dudas sobre el resultado de las elecciones, la incomprensible situación de Venezuela y la deriva por la que están caminando algunos países latinos. Muchas dudas teñidas en estos casos por el oro negro que es el petróleo. Venezuela cada día está más oscura, muy negra, sin vislumbrar solución pacifica sin teñir las calles de sangre. Sería terrible.

Que el actual Ramadán ayude a reflexionar a todos.

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