Opinión

¿Enfermedad o negocio?

Hace ya tiempo que el rumor está en el ambiente y personalmente creo que, de ser cierto, sería de una gravedad suma. Pero de las conciencias, a veces retorcidas, se puede esperar todo. La cosa es tan sumamente grave que necesariamente tenemos que volver a ella. En concreto se trata del tristemente célebre coronavirus y lo que, según algunos, está aconteciendo y que es el negocio que entorno a esta tragedia están haciendo ciertos sectores. Un medio de comunicación llega a afirmar que una empresa se ha “forrado” con el coronavirus. Las acciones de la compañía francesa que ha lanzado un test para detectar la enfermedad se disparan un 375% en la bolsa de París en el último mes. 
Sacar partido de la desgracia ajena nunca ha sido buen negocio a largo plazo, pero sí ser el primero en ofrecer soluciones a los desafíos. Eso es lo que ha logrado la compañía francesa Novacyt, especializada en tratamientos de cáncer y enfermedades infecciosas. Hace días Novacyt lanzó un test específico para detectar el coronavirus. Y todo eso desde que los primeros rumores afirmando que las investigaciones para diagnosticar la epidémica estaban muy avanzadas, hace un mes aproximadamente. En el primer día de la semana en que cambiaron de manos títulos equivalentes al 86,75% de su capital, se ha revalorizado un 47,6%. En el último mes, el tirón ha sido del 375,9% y desde el 1 de enero del 426,63%. 
El test de detección del coronavirus fue lanzado el 31 de enero por la empresa y anunciado como el único que permite diferenciar la actual epidemia de otras, lo que evita falsos diagnósticos. Ese día progresó un 81,12% en la Bolsa de París y llegó a cotizar a 0,697 euros por acción. Entonces se intercambiaron en solo dos sesiones casi 100 millones de euros en acciones de Novacyt, una compañía que en 2018 facturó algo menos de 14 millones de euros y perdió casi 5 millones, según recoge Efe. Novacyt ha solicitado a la agencia de medicamentos estadounidense FDA y a las autoridades británicas que den urgentemente su aprobación a este test en los hospitales de sus respectivos países para frenar cuanto antes la epidemia en Occidente. Así reflejaba un medio de comunicación español la situación. Realmente es un fruto más de un capitalismo criminal que va a los lucros sin importarle en realidad las personas que se ven afectadas por sus sucios manejos. 
He podido estar con una familia venida de allá para escapar con sus hijos del riesgo de la enfermedad. Y todo lo que cuentan es espeluznante en un país en el que los pueblos se cuentan por millones de habitantes que viven como pueden. En las capitales es una cosa bien diferente de los pueblos, en los que la miseria abunda, la manutención de sus habitantes es lamentable, alimentándose de lo más repugnante, desde culebras a murciélagos. En este ambiente es lógico el riesgo de toda clase de enfermedades que de una manera u otra transmiten a los grandes núcleos de población.
Y ésta lo está sufriendo con restricciones de todo tipo y carencias terribles. Me decían que las calles están desiertas y los centros comerciales vacíos con supermercados sin los más elementales productos de primera necesidad. Una situación trágica que poco a poco está propagándose a todas partes. Y sería espeluznante que se demostrase que manos anónimas estén detrás provocando esta catástrofe mundial. Además, según el mismo rumor, la cifra de muertos es mucho más elevada y los contagiados llegan a cifras increíbles. 

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