Opinión

Increíbles actitudes

La serie de manifestaciones que se desarrollaron tanto en Barcelona como en Madrid y otras localidades con motivo del ingreso en prisión por orden judicial del rapero Pablo Hasel, están revelando a que nivel estamos llegando. Circulan una serie de amenazas que ha hecho, de todo punto inaceptables. Son reveladoras de enaltecimiento del terrorismo. Recojo algunas: “Merece una bomba TVE”; “pena de muerte ya a las infantas patéticas”; “a los dueños de El Mundo y ABC había que asfixiarlos”; “ojalá vuelvan los grapos y te pongan de rodillas”; “mi hermano está en la sede del PP gritando gora ETA”; “si un indigente despierta dice que hay que matar a Aznar”; “no me da pena un tiro en la nunca pepero ni en la nuca socialista o banquero”; “que alguno clave un piolet en la nuca a José Bono”… Injuriar a la Corona y enaltecer el terrorismo de ETA y los GRAPO, por pegarle un tiro en la cabeza a José Bono, o desear que el coche de Patxi López salte por los aires como el de Carrero Blanco, en democracia es condenable.

Además, tiene tras de sí varias condenas. En enero de 2020, seis meses de prisión por un delito de lesiones y coacciones al agredir a un periodista en la Universidad de Lleida durante una rueda de prensa en la que le empujó, insultó y roció con un líquido de limpieza. En junio de ese mismo año, a dos y medio de cárcel y una multa de 2.400 euros por agredir a un testigo en un juicio. Con estas dos condenas por agresión, él ya sabía que iba a entrar en la cárcel. Está también imputado por su participación en actos a favor de Puigdemont en 2018. En 2015, la Audiencia ya le había condenado a dos años de prisión por enaltecimiento del terrorismo. La Justicia estableció como condición para dejar en suspenso la condena que no volviera a cometer algún delito durante tres años o ingresaría en prisión.

Ahora entra en la cárcel por esta segunda condena de enaltecimiento del terrorismo de 2018. Y como tiene antecedentes, por eso va a la cárcel. Nunca por la libertad de expresión. Además, por antecedentes penales y reincidente. La condena es de nueve meses, pero como se ha negado a pagar la multa, serán dos años y medio. Hechos claros e incomprensibles como las manifestaciones que causan tantos daños de todo tipo, comenzando por Barcelona. Acabo con la opinión de dos amigos y personas sensatas que han hablado sobre el tema.

En primer lugar, en estas mismas páginas un colaborador de esta casa, Manuel Herminio Iglesias Vázquez: “Formar parte do goberno implica condenar a violencia. E Podemos está no goberno e quere ser a vez oposición. Parecen rapaces inmaduros”.

Y la otra opinión es de Antonio Vallejo que afirma: “Un artista no debe ir a la cárcel por muchas memeces sin gracia que cante en sus presuntas ‘artistadas’. Hasel no es un artista, claro, pero un mamarracho tampoco debe ir a prisión por sus mamarrachadas y sus rap de mierda. (Otra cosa son otras barbaridades que haya podido cometer.)”

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