Opinión

La contundencia de unas cifras

El pasado domingo se celebraba el “Día de la Iglesia diocesana”, a lo que dedicábamos esta sección. Con tal motivo la diócesis ourensana ha repartido un pequeño folleto en el que, de manera clara, ofrece las cifras que requieren una reflexión. Se hace constar en esa publicación una serie de datos muy a tener en cuenta. Posee Ourense 736 parroquias, 26 centros educativos, 3.399 voluntarios y 22 seminaristas mayores, 319 sacerdotes, 130 misioneros, 1.093 catequistas y un total de 5 monasterios, con lo que se pretende llevar a cabo la acción evangelizadora de la Iglesia. En el pasado curso ha contado con 1.021 bautismos, 980 primeras comuniones, 607 confirmaciones y 329 matrimonios.

Junto a esta misión sacramental se ha llevado a cabo una importante labor caritativa atendiendo a 17.989 personas necesitadas, 3 casas de ancianos, 43 centros asistenciales y un comedor social al margen de la atención que prestan las parroquias de manera anónima y personificada. Esto último, siendo fundamental, queda en el silencio, que es una de las virtudes de la caridad cristiana. En tiempos de crisis son incontables las ayudas de todas las parroquias a feligreses, inmigrantes y transeúntes. Una labor tantas veces olvidada y que nunca aparece en las estadísticas.

Por otra parte, los ingresos diocesanos provienen de la voluntaria señalización en la declaración de la renta, algo que nunca supone un añadido o carga. En la declaración se deduce legalmente una cantidad que cada contribuyente puede dedicar como desee. También se añaden a esta cantidad las aportaciones de los fieles, las ayudas de las parroquias, las colectas del Día de la Iglesia Diocesana y otros ingresos hasta un total de 7.641.249,62 euros. Los gastos superan esa cifra y se distribuyen en acciones pastorales y servicios religiosos, actividades caritativas, sueldos de clero y empleados, conservación de inmuebles, pago de préstamos y otros gastos generales. En total 7.744.001,56 euros.

Esto es, a grandes rasgos, el estado económico de la diócesis ourensana, que atraviesa, por diversos motivos, por una época económica nada fácil. Una familia con problemas que apela a la responsabilidad de sus miembros a la hora de resolverlos. La evangelización de estas tierras necesita medios también económicos y por ello la llamada del obispo en su carta para el pasado domingo y la insistencia de los responsables diocesanos a la hora de llamar a las exigencias de la fe de todos los bautizados.

La Iglesia es una entidad espiritual pero encarnada en la vida y el mundo actual con sus preocupaciones, necesidades y quehaceres diarios que requieren respuestas tanto espirituales y morales como también económicas para resolverlos eficazmente.

Te puede interesar