Opinión

La figura que faltaba al Belén

Sin lugar a dudas se ha ido a morir en la fecha oportuna, en el momento preciso. Cuando el Belén de la plaza de San Cosme se abre tradicionalmente al público, su autor el incomparable Arturo Baltar, ha dejado a su Ourense querido y a su Nacimiento tan cuidado. Es su obra cumbre entre otras muchísimas más pero por encima de todo es el reflejo de una persona única que ha sabido captar la idiosincrasia de un pueblo y plasmar su etnografía en aquella muestra que me atrevo a afirmar sin rubor única en España por muchos motivos.Ocurre, y esto lo he repetido aquí varias veces, que el pueblo ourensano en ocasiones es olvidadizo con lo suyo siendo generoso, magnánimo e incluso excesivamente elogioso con lo que viene de fuera siendo de valor infinitamente inferior a lo nuestro.

Las figuras, la muestra del Belén que comenzó exponiendo en la Catedral por estas fechas todos los años hasta que se vio la necesidad de ubicarlo en lugar permanente y más seguro, es un reflejo plástico de la cultura y el ser ourensano. Logró “inculturar” lo acaecido hace mas de veinte siglos en la realidad de este pueblo con características únicas, figuras deliciosas, escenas entrañables y mensaje y color inconfundibles.

Como pocos supo modelar el barro hasta conseguir todo eso y más. Viene a mi memoria el gran Miguel Ángel Bounarroti cuando al acabar su Moisés cuenta la tradición que con el martillo dio un golpe en la rodilla de aquella espléndida obra pronunciando la célebre frase que pasó a la historia: “¡Parla!”
Eso también le falta a esa magnífica obra de Arturo Baltar: hablar. Bien creo que debiera hacérsele un homenaje que siempre rehusó porque era tan sencillo como humilde. Qué su figura aparezca dentro de su obra. Y, se me ocurre la idea de que podrían ser algunos de los escultores ourensanos quienes le hiciesen ese merecido honor. Confiamos en su generosidad.

Pierde Ourense y su cultura una figura egregia con un cúmulo de virtudes totalmente encarnadas en la galeguidade de la tantas veces llamada “Atenas de Galicia”, también en el arte. Descanse en la paz de la que siempre gustó en compañía de tantos otros ourensanos que le precedieron en el ámbito artístico los Quesada entre ellos.

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