Opinión

¿Mirar hacia atrás?

Los grandes personajes de la historia se caracterizaron siempre por su mirada de futuro. El pasado únicamente debe tenerse en cuenta para nunca caer en los mismos errores cuando los ha habido. Todos estamos llamados a luchar denodadamente por un futuro mejor con la paz, la concordia, el progreso y el bienestar para todos. Remover el pasado siempre agría la existencia.

Sorprendentemente, llega el presidente de México pretendiendo volver la mirada a cinco siglos atrás. Acaso desconoce algo evidente y es que el mundo ha cambiado y maneras, estilos y actitudes de aquella época hoy han cambiado radicalmente. Algunos le han querido ver sentido a unas palabras fuera de lugar, de tiempo y de forma. La Declaración Universal de Derechos Humanos, por poner un ejemplo, marcó la historia desde que los representantes mundiales la firmaron el 10 de diciembre de 1948 en París en la resolución 217 de la ONU. Un documento que debe ser admitido de buen grado por todos los países del mundo. Siendo traducido a medio millar de idiomas.

Es evidente que cinco siglos atrás muchas actitudes de entonces fueron contrarias a esa Carta Magna mundial. Pero era otra época bien distinta. Recuerdo que cuando San Juan Pablo II visitó Cuba (del 21 al 25 de enero de 1998), el entonces presidente Fidel Castro, de manera similar al ahora presidente mexicano insistió en el mismo tema por otra parte muy manido desde siempre. La Guerra de Independencia de Cuba en 1895 supuso la pérdida del último reducto español en el nuevo mundo y fue una de las últimas guerras americanas contra España y el fin del último enclave del “imperio” español en el que “no se ponía el sol”. Sin duda alguna, la presencia de España en el Descubrimiento de América concretamente tiene luces y sombras como fruto de una cultura distinta. Y, con todo, han sido más los logros positivos.

Tratar de remover la historia, cuando menos es un despropósito que han dado pie a la imaginación tan española de sacar a colación la labor de los romanos en la península, llámese Muralla de Lugo, Acueducto de Segovia y muchos más. Pase como broma el deseo de que Italia nos remunere. Y los de la Mezquita de Sevilla dicen al rey que pida perdón por las “atrocidades” de la Reconquista. Increíble. Pretender que ahora el rey y España pidan perdón por los posibles errores en América está fuera de lugar y es un fruto de populismos que se quieren introducir en la sociedad, sean de derechas o de izquierdas.

Porque, además uno se pregunta si acaso el presidente de México es capaz de constatar la gran presencia también empresarial de españoles que están contribuyendo sin duda al progreso del país. ¿Está tan bién esa nación que necesita crear más problemas? Háblese del tema de la droga, de la seguridad ciudadana que ha llevado a la muerte a españoles en pleno siglo XXI, de su contencioso con EEUU y un cúmulo de problemas que debieran ocupar la agenda del Gobierno en vez de crear esta situación que suena a esperpento. Como si pretendiese encontrar un motivo del tipo que sea para enfrentarse con un país que tanto ha dado a México.

Me gustaría pasar de la ofensa que muestran estas salidas de tono. Es una falta de cultura y sobre todo de talento. Miren adelante y resuelvan los problemas reales de la nación en vez de incordiar con ideas totalmente fuera de sentido. Todo ello revela lo que llevamos dicho aquí muchas veces y que es la falta de verdaderos líderes. Falta por saber a dónde conducirán populismos de última hora. ¿Es el populismo que se ha ido contagiando, la solución para Hispanoamérica? Tengo mis serias dudas y ya son varios los países de la zona con similar ideología.

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