Opinión

Noche de tantos recuerdos…

Cuando llega este día, para los que vivimos fuera de España se agolpan en nuestra memoria infinidad de recuerdos de nuestra infancia y también reviven en nuestra retina las imágenes de nuestras calles, de las aceras de la ciudad en el momento de la llegada de los Reyes Magos. La ilusión, la ansiedad y la alegría de los niños españoles en la tarde noche de hoy es inigualable. Me pregunto muchas veces con que intención pretende suplantarse esa costumbre ancestral por algún señuelo venido de fuera y que para nada figura en nuestra tradición sobre la Navidad.

Viene la tradición de aquellos tres personajes que fueron a adorar al Niño nacido en Belén. Le llevaban oro como rey, incienso como Dios y mirra como hombre. Posiblemente en un mundo tan materialista como el actual prima en este día la propaganda comercial, las luces y se olvida lo fundamental, que son los orígenes del evento. En definitiva hemos convertido las fiestas navideñas, que para algunos comienzan ya en noviembre, en un señuelo para el consumir. Justo lo contrario de lo que significa originariamente el Día de Reyes.

Para cuantos programan estas fiestas les diría si en realidad tienen en cuenta lo que significa este día. Las fiestas de Navidad son, por antonomasia, los días para la paz que transmite quien es el centro de estos días. Todo un Dios que se hace hombre para salvar y redimir al mundo. Es el Enmanuel (Dios con nosotros). Si esto en realidad se asumiese, sin duda alguna justificaría con creces la alegría de nuestras calles y los “ojos como platos” que ponen todos los que llenan nuestras aceras para ver pasar a esos Reyes de Oriente.

Un día para la ilusión y una noche que los más pequeños pasan en vela para ver si en su zapato le han dejado todo cuanto pedía. Y una ilusión que muchos desean mantener muchos años más y esto es bueno. Porque siempre es positivo que la gente goce, disfrute, esté alegre y feliz. Nos deseamos muchas cosas buenas, nos felicitamos y el ambiente familiar se refuerza de manera especial y si además nos toca la lotería del Niño pues mire Vd. qué bien. ¡Fiesta completa!

¿Qué quieren que les diga? Que los Reyes también les dejen muchas... muchas cosas pero sobre todo muchos deseos de ser buenas personas repartiendo paz, amor y felicidad. Y además podemos, pueden, los ourensanos irse a San Cosme y ver el inigualable e histórico belén de Arturo Baltar, que es más importante que todas las iluminaciones que pueda haber en la ciudad.

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