Opinión

¿Padre o juez?

Para algunos musulmanes extremistas, Dios, lejos de ser perdón, es juez. La violencia forma parte de su credo para algunos musulmanes, como estamos continuamente comprobando con atentados que algunos perpetran al grito de “Alá es grande”. Para éstos, Dios está lejos del perdón y antes que nada es justicia contra los que ellos denominan “infieles”. Se convierte así a Dios en un implacable Juez. El escritor portugués José Rodrigues dos Santos, entrevistado por el Diario de Noticias, habla del romance “Furia Divina” que le indujo a investigar en el Islam. Cuenta cómo se atrevió a escribir ese romance sobre los días que pasó en Macao, narrando la historia de como los portugueses nunca cedieron ante Japón resaltando la razón por la cual los japoneses lo permitieron: “La historia del cerco japonés a Macao durante la Segunda Guerra Mundial era una historia poco conocida”. Y narra cómo cayó en sus manos un pequeño libro de alguien que vivió esa época en la antigua colonia portuguesa y que le indujo a averiguar más sobre el tema. 

Rodrigues dos Santos estaba intrigado por saber la causa por la cual los japoneses nunca invadieron Macao. Se sirvió para ello del gobernador portugués entonces, Gabriel Teixeira. Así escribió “Furia Divina”, sobre el extremismo islámico. Dice el autor que quien lee su libro “puede percibir cómo funciona la cabeza de quien está a favor de ese extremismo” Afirma este escritor que él tenía la idea de que “el Islam era una religión pacifista y que unicamente una pequeña parte está compuesta por una banda de locos” 

Afirma que en su investigación leyó el Corán y los “hadits” del profeta Mahoma, que era un general que “mata y manda matar a los infieles. Y es eso lo que los radicales siguen. Quedé perplejo cuando descubrí esto porque la narrativa que existe no es verdadera”. Contó también en la entrevista que un lector francés, estando en una gran depresión, al leer el libro quedó más relajado y curado: “Me envió un mail en el que me decía que llegó al fin del libro curado, porque mi libro le había dado respuestas para las preguntas existenciales que tenía y que estaban en el origen de su depresión”.

Por desgracia, fanáticos los hay en todas partes y contra ellos es necesaria una respuesta de todas las personas cuerdas, que son la mayoría en este mundo. El gravísimo problema del terrorismo religioso ayer, hoy y siempre debe ser erradicado con toda la contundencia. Porque es muy triste que se juzgue a todos por las actitudes descerebradas de unos cuantos. Creer en el Creador, llámese como se llame, es sinónimo siempre de paz, amor y hermandad, algo que todos debieran asumir de buen grado. Sobre todo cuando vemos día tras día como mueren decapitados o con un tiro en la nuca tantos que el único mal que cometen es servir a la pobreza en los lugares más pobres. Últimamente varios salesianos y salesianas han sufrido el martirio, lo cual rompe el corazón y clama al cielo.

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