Opinión

Rezar por los difuntos

Por el amor de Dios! ¿Cuándo seremos capaces en este país de practicar la verdadera laicidad, ser objetivos y respetar absolutamente a todos? Para empezar, soy de los que opinan que cualquier dictadura es nefasta, pero es necesario que el personal sepa, comprenda y practique la libertad de conciencia y asimile la verdadera democracia. Mientras esto esté ausente nunca desaparecerán las dos Españas ni será posible la auténtica convivencia pacifica.

Dicho lo anterior, déjenme que les diga lo que pienso y espero que se me respete. Rezar por cuantos nos precedieron, sin excepción, es una de las obras de caridad y a nadie debiera parecerle mal. El rogar únicamente por los amigos y afines está lejos de esa obra de misericordia. Personalmente, si me piden una misa por Nerón, Marx, Carrillo, Franco, Fraga o Pemán trataría de celebrarla con la misma devoción. Incluso más por aquellos que más lo necesitan, incluidos los ateos, agnósticos o perseguidores de la Iglesia, la oración debiera ser más insistente. Y nadie debiera criticarlo. Rezar sólo por los que "supuestamente" fueron buenos sería un grave fallo.

Pues ahora a algunos les parece mal que se tenga una misa por algunos. Y sobre todo los más críticos son aquellos a los que menos les importa la fe o quienes ni idea tienen de lo que significa la oración, viendo el tema únicamente en clave política. Grave error.

Por otra parte, la célebre "Ley de Memoria Histórica", con todos los respetos, da la impresión de que sólo lo es para un bando. Cierto que la Iglesia, como alguien recordó, ha honrado a tantos mártires. Pero permítanme que diga que ha sido ignorado a nivel civil. Se pretende borrar de un plumazo todo aquello que recuerde de una manera u otra a los de un bando, muchas veces sin tomarse la molestia de saber quienes son esos personajes que han sido asesinados por sus ideas, que llevaron hasta el extremo, y que la mayoría han prestado un servicio único acogiendo incluso a los del otro bando. ¿Es eso laicidad? Tengo mis serias dudas.

Se persigue a los que piensan distinto, sobre todo sin son creyentes. Se da libertad para casi todo menos para aquello que suene a cristiano en un pueblo con profundas raíces. Si de España se eliminasen de la noche a la mañana todos los signos cristianos sería otra cosa. En el arte, la literatura, la arquitectura, la toponimia, la etnografía, en todo está impreso ese sello indeleble de Jesús de Nazaret. Pretender borrarlo sí que es desconocer la memoria de la Historia de España con mayúscula.

Dejemos que cada uno honre y rece por quienes nos precedieron con sus virtudes y pidamos que la Justicia divina juzgue sus defectos, que nosotros lo haríamos mal. Sobre todo comenzando un mes que llamamos “de difuntos”.

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