Cuentan las anécdotas que en una de las primeras reuniones de la Conferencia Episcopal Española un sector de obispos pretendía hacer una defensa del entonces prelado canario (1933-1966) monseñor Pildain, que era un tanto sordo, contra una decisión del papa. Había sido diputado en la II República. El obispo, en un momento de la asamblea, descubrió de qué hablaban, tratando de defenderlo contra el papa, y quien lo vio decía que Pildain se puso de pie con el solideo en la mano y a voz en grito les dijo a todos sus colegas: “Paren, paren, contra el papa ¡nunca! Razones habrá tenido para esa decisión…” Así acabó el tema en la sede entonces del Pinar de Chamartín.
A raíz de la muerte del papa emérito Benedicto XVI, la rumorología se ha lanzado en desbandada hablando incluso de que se quiere hacer un grupo en contra del papa Francisco. Evidentemente la grandeza de la Iglesia, al menos para mí, está en las diferentes maneras que tienen los pontífices de guiar la barca de Pedro y así son diferentes los estilos aun cuando el mensaje sea el mismo.
Cada papa tiene el deber y el derecho de orientar ese navío como él juzgue necesario. Y el pontífice es muy libre para dar cambios y hacer los nombramientos que crea oportunos y convenientes. Tratar de enfrentar a los miembros del estilo anterior con el del actual, cuando menos indica falta de fe y es así como se destruye la verdadera Iglesia. Porque habremos de tener en cuenta que cada gobernante, y el papa lo es, debe elegir a aquellos colaboradores que él crea que pueden llevar adelante mejor su estilo. Es innegable que la manera de ser de Benedicto XVI era diferente a la del actual papa argentino, a todos los niveles. Pero ello, creo yo, enriquece de manera más clara a la comunidad eclesial. Las obras, por muy selectas que fueren, se vienen abajo cuando se quieren dividir desde dentro y el refranero, una vez más, es certero: la cuña, del mismo palo.
La misma elección del nombre revela el estilo que se desea imponer, que posiblemente el del siguiente sea diferente para los tiempos que cambian tan velozmente. El papa Ratzinger eligió al patrón de Europa haciendo un guiño a este agostado continente, así como Jorge Bergoglio miró para Asís y para la pobreza de la que san Francisco fue un ejemplo al igual que debe ser lo predicado por los franciscanos. Hay mucha pobreza en este mundo y necesita una mirada, un testimonio y un ejemplo que el pontífice argentino trata de dar.
Siempre son malas las corrientes porque, a nivel de fe, la mejor ayuda que se le puede hacer al papa es rezando y pidiendo por él, en vez de ir poniendo palos en las ruedas de su caminar. Porque en realidad, los que se oponen acaso sea debido a que fueron cesados en los cargos que tenían y que les faltaba sintonía ideológica con el nuevo santo padre y su estilo. Nadie debiera dudar que la Iglesia actual necesita un cambio a fondo y una vuelta de tuerca que, por lo que se colige, hay un grupo, cardenales incluidos, que se niegan a aceptar. Anquilosarse y mirando siempre hacia atrás a nada bueno conduce.
Por otra parte, las discrepancias debieran resolverse con diálogo sincero y sereno y siempre desde la perspectiva de la fe. Lo demás es destruir y crear el “sindicato de cabreados”, que decía alguno. Con pena y alta preocupación observamos estos pretendidos movimientos y, sobre todo, la pretensión de una división nunca positiva. Un último e incomprensible apunte es rechazar de raíz todas las declaraciones y publicaciones sacando trapos sucios. Eso a nada bueno conduce. Callado estaba mucho mejor y más guapo...
Un sacerdote italiano ha escrito una carta abierta al secretario de Benedicto XVI, Georg Gänswein, que parece desea publicar sus memorias, en la que le pide que frene la publicación de su libro “Nada más que la verdad. Mi vida al lado de Benedicto XVI”. Considera que el contenido humilla al papa Francisco, servirá para que lo ataquen y hará daño a la unidad de la Iglesia. Le aconseja que examine detenidamente su conciencia y, si resulta que ese texto es una colección de resentimientos y ataques, le recomienda que bloquee la impresión y la comercialización de inmediato.
