Opinión

Hay reuniones de urgencia en la banca...

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, con el vicepresidente De Guindos.
photo_camera La presidenta delBCE, Christine Lagarde, con el vicepresidente De Guindos.
Nadie quiere creerse que esté pasando algo parecido al 2008 y todo indica que es así, pero sean pequeños o grandes ciertos desajustes, es evidente que los hay. También puede que haya oportunidades.

Algo debe de estar pasando para que un viernes se reúna de urgencia el Banco Central Europeo (BCE) para analizar las vulnerabilidades del sistema financiero de la eurozona, cuando, además, ya se había reunido el día anterior para subir los tipos al 3,5% y dejar un aviso a navegantes: habrá toda la liquidez que sea necesaria. 

De puertas afuera, todo va bien. Calma y prudencia suelen configurar la receta de reguladores y gobernantes en estos casos.  Pero, aunque el BCE rechace que hay un efecto contagio en la banca europea por la crisis bancaria observada en EE UU y en Suiza, la terca realidad indica que no fue capaz de calmar los mercados. De hecho, la banca cerró este viernes con fuertes pérdidas, pese a la reunión urgente de todo un consejo de supervisión. Palabras mayores.

El mismo viernes también se vieron las caras los consejeros del BBVA, nada menos que en junta de accionistas. “En momentos como el actual, es cuando más se pone en valor la fortaleza y solidez del modelo de negocio y de la gestión de riesgos de BBVA”, dijo el presidente de este banco, Carlos Torres, ante su junta general.

Pisaba fuerte. En el último ejercicio, el BBVA ganó 6.420 millones de euros, un 38% más que el año pasado y superó su récord hasta entonces: los 6.126 millones de 2007, justo antes de la Gran Recesión. Torres habló de todo tipo de asuntos, incluso de sus competidores, especialmente de los que tienen problemas, mirándolos un poco por encima del hombro. Ni una sola palabra sobre fusiones. Curioso.

¿Se habrá olvidado Torres de la fusión con el Banco Sabadell? A juzgar por su silencio a ese respecto parece que sí. Visto lo visto cuando habló del tema el pasado verano, más de lo mismo. Pero no todo el mundo en el sector piensa igual. Hay competidores convencidos de que esa fusión se frenó en diciembre de 2020, pero también de que la vida es larga… 

Puede que a Torres las fusiones ya le aburran en términos estratégicos, más preocupado por la digitalización que por comprar oficinas. Pero la impresión que da esta crisis financiera, localizada en EE UU y en Suiza, es que los muy grandes se mantienen en pie y que entre los demás hay algunos que se tambalean.

El Banco Sabadell, casualmente, ha perdido en una semana casi un 20% de su valor. “Ta barato”, diría un millonario venezolano ante un caramelo así. Cuando se rompió una fusión que se daba por hecha, la razón fue económica: el BBVA no valoraba el Sabadell todo lo bien que Josep Oliu esperaba. En aquellos meses, el Sabadell cotizaba en torno a 0,35 euros y el BBVA a unos 4 euros, más de once veces más. Ahora el Sabadell cotiza a 0,98 y el BBVA a más de 6 euros.

El Sabadell arrancó este año eufórico al revalorizarse sus acciones un 180% en dos años. En los últimos cinco días perdió un 19,33%. El gran trabajo de César González Bueno en ese período tendía a diluirse. Había llegado para poner orden y, de paso, elevar el valor del banco, pero el golpe fue seco y duro, justo ahora que empezaba a levantar la cabeza como en sus buenos tiempos de ING. Tal vez en McKinsey a más de uno se le encendió una lucecita y posiblemente a algún vendemotos que anda por Galicia le entró cierta inquietud. No son buenos tiempos para los charlatanes.

La banca es un pilar económico esencial y, pase lo que pase, a todo se le buscará arreglo. Otra cosa es que sus componentes sigan siendo los mismos. 

@J_L_Gomez

Te puede interesar