Opinión

Surrealista “debate” fiscal en España


Tras las recientes actualizaciones del INE, ya con una nueva dirección, a España todavía le falta un 2,2% del PIB para recuperar el nivel previo a la crisis derivada del covid. De manera casi simultánea, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) acaba de anticipar una caída del PIB del 0,2% en el tercer trimestre de este año y otras instituciones también prevén que la actividad se debilite durante la segunda mitad de 2022. ¿Hay un gran debate sobre este asunto realmente crucial en España? No. Apenas interesa fuera de los ámbitos académicos y empresariales. A lo sumo se abre paso en la prensa seria, ya que en las redes sociales pasa inadvertido.

Para España no es menos decisivo o determinante para su desarrollo económico el cambio de su modelo productivo, que –de manera muy resumida– hace aconsejable depender menos del turismo en términos relativos y más de una industria que escasea. ¿Hay un gran debate sobre este asunto igualmente crucial para España? Tampoco. Como mucho se menciona de pasada.

En España está pendiente una gran reforma fiscal y otra de la financiación autonómica, del mismo modo que la segunda parte de la reforma de las pensiones. ¿Hay un gran debate sobre estos tres asuntos decisivos para el futuro de España? No.

En la crisis anterior, la de 2008, España adoptó severas medidas de austeridad, a pesar de tener un desempleo elevado. Pero no lo hizo por voluntad propia, sino bajo presión. Se encontró sin capacidad de refinanciar su deuda y se vio obligada a recortar su gasto y a subir los impuestos, tarea que afrontó el Gobierno del PP. Ante la imposibilidad de un cambio inmediato del modelo productivo, la devaluación interna perfiló la salida de aquella crisis. En estas nuevas recaídas, la del covid y la derivada de la guerra, el país se endeudó batiendo todos los récords de la historia, lo cual pagarán caro las futuras generaciones. ¿Hay un gran debate sobre estos problemas estructurales de España? No.

Bajar los impuestos choca con los consensos internacionales que se forjaron tras la pandemia, la cual provocó que incluso los organismos y gobiernos más ortodoxos, entre los que se encuentran el Fondo Monetario Internacional y EE UU, apostasen por políticas expansivas para sanidad, educación y saneamiento público, lo que inevitablemente conlleva subidas de impuestos, pero no bajadas. Es decir, no es algo ideológico, es algo real como la vida misma en el mundo desarrollado. ¿Hay un debate de fondo sobre este asunto en España? No.

De todos es sabido que la Unión Europea exigirá a España profundizar en la reforma laboral y de pensiones para que puedan canalizarse las ayudas y préstamos que se planificaron en Bruselas para paliar las consecuencias sociales y económicas de la pandemia. También se le exige a España iniciar la consolidación fiscal tan pronto como la economía lo permita –léase gastar menos e ingresar más–, con lo cual la reordenación de impuestos podría acarrear un aumento de los tipos del IVA. ¿Se debate sobre este tema? No.

En España la recaudación fiscal depende del IRPF, IVA, Sociedades y Especiales. Patrimonio es un impuesto irrelevante en términos relativos. ¿Hay un gran debate sobre este pequeño impuesto en España? Sí. No se habla de otra cosa. Como en el cuento decimonónico del rey desnudo, se niega la verdad obvia, a pesar de las evidencias.

@J_L_Gomez

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