Opinión

Acisclo Manzano

Hace tan sólo cinco días fue publicado en La Región mi artículo titulado ’Ourense, huérfana de artistas’, y en él decía que, fallecidos Otero Pedrayo, Vicente Risco, Cuevillas, Blanco Amor y Xaquín Lourenzo la cultura ourensán se encontraba en un bache sin que se vislumbrasen continuadores. Decía también, que los pocos que mantienen el testigo son Acisclo, Buciños, Virgilio, García de Dios, Alexandro y Arturo Baltar.


Y de ahí que el monasterio de Oseira, con esas muestras excepcionales de arquitectura y escultura fue el recinto idóneo elegido para el ingreso del ourensano Acisclo Manzano Freire en la Real Academia Galega de Belas Artes. La prensa en su abundante información, nos dio cuenta de los numerosos asistentes al acto: representantes eclesiásticos, políticos, gente de la cultura, amigos y admiradores del gran escultor y mejor persona que es Acisclo Manzano, del que huyo recordar su mérito profesional, su currículum vitae de sobra conocido.


Y confieso que me emocionó el hecho de que en su discurso de ingreso tuviera un lugar preferente, emocionante y emotivo para su entrañable amigo, recientemente fallecido, Xaime Quessada. Y un servidor también era amigo y admirador de Xaime. Pero miren ustedes por donde allí mismo en Oseira, y de Quessada hablando, me puse contento porque me confirmaron que la Corporación, el Ayuntamiento ourensano, había aprobado perpetuar a este artista de la pintura otorgándole el nombre de una calle.


Así las cosas voy a cometer un pequeño acto de vanidad al decir que tengo alguna participación activa en ello. El 14 de julio del 2004, en mi artículo titulado ’Xaime Quessada el olvidado’; 24 de abril del 2007, ’Xaime Quessada en el Parlamento Europeo’, y 8 de enero 2008, ’Xaime Quessada y el callejero de Ourense’ reivindicaba una calle para el artista, buena persona y amigo quien, dicho sea de paso, había perdido recientemente a su único hijo, quedando malherido él y su esposa, Chus. Lo ideal hubiera sido que esta memoria, que esta distinción le fuera hecha en vida. en mi artículo-solicitud de 14 julio 2004 así lo requería. En cualquier caso, más vale tarde que nunca.


Querido Acisclo, mi enhorabuena por esta distinción a la que te has hecho acreedor y después de felicitarte por tus excelentes palabras para el amigo que se fue, yo también me sumo con estas letras con un fuerte abrazo para ti y una oración para el inolvidable Xaime.



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