Opinión

La Navidad y los menús extraños

Cada persona tiene sus predilecciones dentro del amplio campo de la gastronomía. Lo que pudiera entenderse por el buen comer, a veces quizá refinado. 

Estamos en periodo navideño, en donde los días de Nochebuena, Navidad, Fin de Año y Reyes la mesa luce su variedad. Muchos, por ejemplo, se inclinarán por el marisco, besugo, para después dejar paso al cordero hasta llegar a los tradicionales turrones. Sin embargo pocos, muy pocos, habrán sido los que hayan degustado la “Pampirolada”, que se compone de salsa con pan y ajo machacados en el mortero y desleídos en agua. En igual sentido, está el “Jerircote”, guiso o potaje compuesto de almendra, azúcar, salvia y jengibre, cocido todo en caldo de gallina. Sin olvidar la “Naiboa”, tarta de “cabaza”, rellena de queso y algunas especias. 

Si usted, querido lector, acude a un restaurante no pierda el tiempo buscando en la carta los productos “Pampirolada” y “Jericote”. ¿En dónde pues encontrarlo? En una herramienta imprescindible para saber el significado y escritura de las palabras, y esta herramienta es el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, que dicho sea de paso dirige el natural de Vilalba (Lugo), Darío Villanueva Prieto. No olvido un detalle simpático en una entrevista publicada en La Región. A la pregunta “¿no se interesó por la política?”, contesto: “Yo sería un mal político, capaz de darle la razón a la oposición”.

Te puede interesar