Opinión

Versos para los ourensanos

Entre los buenos ourensanos de antaño
como, por ejemplo, Risco, Cuevillas, Xocas y Otero Pedrayo
y los actuales no todos son buenos ciudadanos.

Comienzo con estos primarios versos aunque de lo que intento escribir no tiene nada de poesía, de ese sentimiento sublime sino de una situación antagónica que deja en triste y repobable lugar a los hombres ourensanos -no todos, sino de una estirpe que fulminantemente debiera extinguirse-·

Y estas letras pretenden reflejar la indignación que uno siente cuando en nuestro periódico La Región del pasado día 4, que nos informa de los avatares de cada día, leemos cosas tan desagradables como éstas: “Los casos de maltrato crecen en Ourense, donde 334 víctimas viven con vigilancia”. Y ahonda la información para decimos que en el pasado mes de noviembre el número de víctimas por violencia de género alcanzó en la provincia las 2.370 mujeres.

Estamos viviendo días de deshumanización. La bondad no es nuestra divisa teniendo paisanos violentos, iracundos. ¿Merecen llamarse ourensanos? Sabemos del número de estos actos deplorables pero el número de castigados también es informativo. Número que ignoramos.

El filósofo alemán Georg Wihelm, nos dejó esta sentencia: “Sé persona y trala a los demás como personas” ¡Qué bonito! Pero no es menos bello el aforismo del famoso compositor alemán Ludwig van Beethoven: “No conozco ningún otro signo de superioridad que la bondad”. A pesar de estas notorias muestras de civismo de los famosos existen malhumorados y mamarrachos en la Ciudad de Las Burgas. Lástima que los Reyes Magos no hayan traído unas largas escobas para barrer a semejantes valientes. ¡Uf!

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