Opinión

Al galán Fernández Maíllo

Lo que hay que ver, todo un vicesecretario general del PP y mano derecha de Mariano Rajoy puede ver comprometido su ascenso al puesto de coordinador general del partido o incluso la propia Secretaría General por culpa de un episodio del pasado que estoy seguro que ahora hubiera querido desterrar de su vida. 

En el partido se mira de reojo las noticias aparecidas, y confirmadas por la propia interesada, del noviazgo del pasado entre el ahora poderoso vicesecretario y la tronista señorita Nízar, la cual haciendo un uso brillante del mayestático lo considera una bellísima persona y un aspirante fracasado a su propia mano. 

Dadas las luchas de poder en el PP entre Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal, habrá que preguntarse si la salida de la casa de Gran Hermano VIP de la en su día enamorada, no habrá sido auspiciada por el propio ministro del Interior, Sr. Zoido -a la sazón del bando de Cospedal– para dinamitar el ascenso de Maíllo, de la ganadería de Sáenz de Santamaría. 

Pero hay una reflexión que debemos hacer. Siempre se comentó en los mentideros la natural tendencia que los diputados de provincias tenían para entablar relaciones sentimentales con las periodistas destacadas profesionalmente en el Congreso de los Diputados, como si fuera una forma de integrarse en la Villa y Corte. En este caso, el amor surgió en la irredenta Zamora, donde un poderoso soltero, y a la par aburrido del provincianismo circundante, decidió poner sus ojos en un personaje público e histriónico como era la Srta. Nízar y así dar a su vida el toque capitalino y de nivel que se presuponía, frente a terceros, el llevar adelante la conquista de tan apreciada presa. 

Lo grave no es que Maíllo haya actuado de esa forma cuyo derecho se le reconoce, sino la afirmación vertida por la amada, en el sentido que el galán había pedido la mano a su madre y esta se la había negado. La pregunta salta a la vista ¿qué razón o que información tenía la madre política para tal negativa? Si el Sr. Maíllo, según su futurible suegra, no reunía los requisitos para hacer feliz a su hija o contar con la valía mínima para convertirla en su esposa, ¿por qué razón nosotros hemos de pensar que tiene capacidad para una empresa de mucho mayor calado como es el cargo de secretario o coordinador de todo un PP sentado a la vera del poder? Este domingo tendremos la respuesta y será el gran Mariano Rajoy Brey el que determinará si goza de dicha capacidad o por el contrario quedará ante la historia como el enamorado que se quedó a las puertas del altar por haber sido rechazado por la madre de la novia. Espero que Mariano acierte.

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