Opinión

SHAMU GANGULY, EL OTRO GRANDE HISPANISTA DE INDIA

Hace unos días he publicado en nuestro diario un artículo dedicado al hispanista bengalí Torun Ghotok, traductor del Quijote al bello idioma de Tagore. Hoy quiero hablar del otro gran hispanista, también bengalí, Shamu Ganguly, cuyo nombre completo es Shyama Prosad Gongopadhyay. Desde hace muchos años ejerce como catedrático de Lengua y Literatura Castellana en la prestigiosa universidad JNU de Nueva Delhi, que lleva el nombre del gran estadista Jawaharlal Nehru. Por un tiempo fue también director del Departamento de Estudios Hispánicos y de Latino América de la Facultad de Filología, del que desde hace poco es director nuestro buen amigo el profesor Anil Dhingra. Por sus aulas pasaron durante años infinidad de destacados alumnos del idioma cervantino. Todos aquellos que ocupan cargos diplomáticos importantes en las embajadas indias de España y Latinoamérica. Como nuestro buen amigo Sajiva Babu, actualmente agregado cultural en la embajada de Buenos Aires y que en su día lo recibimos en Ourense y Allariz. Fue también profesor del otro hispanista Ghotok de Kolkata. Por ello es muy conocido y apreciado y, como hispanista auténtico que es, ha sido invitado a lo largo del tiempo por sus merecimientos, a participar en numerosos congresos, encuentros, tribunas y simposios. Tanto en India, como en los paises latinoamericanos y en las universidades españolas.


Conocí por primera vez al profesor Ganguly en Madrid en casa de nuestro común amigo, el bengalí Partho Dotto Chowdhury. A propósito, yo me había desplazado desde Ourense para conocerlo, solicitando su ayuda y orientación para mi primera visita a Bengala y Santiniketon. Era el mes de noviembre de 2001 y el se encontraba en España para participar en Valladolid en un congreso sobre el idioma castellano. Fue el el que me puso en contacto con Torun Ghotok, para que nos sirviera de guía a mi hija Nuria y a mi en nuestra visita a Kolkata y posteriormente a la Morada de la Paz de Tagore, para participar en el mes de diciembre de ese mismo año en los actos del centenario de la escuela nueva tagoreana. A partir de ese momento he mantenido correspondencia habitual con el y coincidimos en varias tribunas España-India organizadas por el Ministerio español de Asuntos Exteriores en Delhi, Mumbai y la ciudad que baña el Pisuerga. También formé parte con el en una mesa redonda incluida en un programa dedicado a Tagore en marzo de 2008 en el India International Centre de Delhi. Por suerte mantengo una amistad profunda con este hispanista tan importante. Ya desde que en el verano de 2001 lo invité a visitar Ourense, donde se encontraba Ghotok y los estudiantes Prosun e Indronil Mitro. Recuerdo que los llevé a conocer la Diputación, siendo recibidos por mi gran amigo José Luis Baltar. En aquellos días junto con Ghotok, pronunció en castellano una interesante charla sobre India en nuestro Liceo de Ourense. Aprovechando mis periódicas estancias en la Santiniketon de Tagore, me invitó a dar algunas charlas, con audición de canciones y recital de poemas a sus alumnos de castellano de la universidad Nehru. Y también en gallego a los de portugués. En febrero de 2004, a su propuesta, fui invitado a pronunciar en el paraninfo de la universidad, en solemne acto, con la presencia de los embajadores de Brasil, Venezuela y Panamá en India, además de una representación de nuestra embajada, la conferencia de ese año sobre la acogida de Tagore en España y Latinoamérica, dentro del Memorial Antonio Binimelis, que se celebra anualmente. Para recordar al primer profesor de español de la Nehru. Aquel día fue para mi un gran honor poder hablar en castellano sobre Robindronath en acto tan importante, siendo traducido por el profesor Dhingra, magnífico intérprete. En mis viajes desde Bengala a Delhi he aprovechado para visitar en el campus universitario la casa de Ganguli y su agradable esposa bengalí.


Muchas son las virtudes que adornan la personalidad de este hispanista. Es un gran conocedor de la literatura española e iberoamericana. En especial de Cervantes, Lope, Quevedo, los medievales, Machado, García Márquez, Borges, Gabriela Mistral, Neruda, Cortázar y, por encima de todos, el gran poeta Juan Ramón Jiménez, del que es un gran admirador y del que siempre que puedo le envío las novedades bibliográficas que se van publicando. Sus artículos son muy profundos, ricos de matices y con una prosa literaria tan valiosa, que sorprende viniendo de una persona que no es el castellano su lengua materna. Igual que cuando se expresa por oral da gusto escucharlo. Y lo bien que utiliza el castellano, con la musicalidad y dulzura del idioma de los paises de allende el Atlántico. Ha escrito en destacadas revistas sobre infinidad de temas y, entre ellos, sobre Tagore y Victoria Ocampo y Tagore y el matrimonio Zenobia Camprubí y Juan Ramón. Sobre este último tema ha publicado con Sisir Kumar Das, ya desaparecido, en bengalí, un libro para el que en su día yo le envié las fotos de Zenobia y el poeta de Moguer. Este libro está agotado y se prepara una nueva edición para este año tan tagoreano. También yo le he propuesto traducirlo al castellano, para publicarlo en una editorial catalana. En el próximo verano, por su edad, el profesor Ganguly piensa jubilarse. Yo espero que, mucho más pronto que tarde, las correspondientes instancias gubernamentales españolas y latinoamericanas, le organicen el bien merecido homenaje. Por su gran amor y dedicación al bello idioma castellano a lo largo de tantos años. Un buen lugar para hacerlo serían los modernos locales del Instituto Cervantes de Delhi, que dirige mi buen amigo Óscar Pujol.

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