Opinión

Con faldas y a lo loco

El título de la famosa película de Billy Wilder nos viene que ni pintado para nuestro comentario. Lo que pasa es que en lugar de estar protagonizada por Jack Lemmon y Tony Curtis, lo ha hecho un profesional del taxi de Vigo. Como se informó hace unos días, se suscitó una polémica dentro de este colectivo debido a cuestiones derivadas de la indumentaria y todo porque, con la llegada del calor, aquel taxista optó por vestir una falda vaquera, dado que no pueden llevar pantalón corto.

Existe la preceptiva ordenanza municipal que precisamente regula la indumentaria para estos profesionales. La normativa, aprobada el pasado año, exige a los taxistas un cuidado del aseo personal así como el atuendo para ejercer su actividad, vetando expresamente el pantalón corto y otras prendas que obviamente a nosotros se nos antojan como nada apropiadas para esta profesión, como son el chándal, las camisetas de tirantes o las chanclas. Esta normativa ya había propiciado discrepancias, sobre todo a tenor de la prohibición del pantalón corto en verano. En aquel momento ya surgieron voces que amenazaban con vestir de falda, al no estar incluida esta prenda expresamente, en hombres, se entiende.

El caso es que lo de la falda no deja de ser una reivindicación “una por comodidad y otra por la negativa del Ayuntamiento a aceptar la propuesta que se le hizo por parte de nuestra asociación de regular el tipo de pantalón corto que se podía llevar”, explica un portavoz de la organización profesional que defiende y justifica la acción reivindicativa de su compañero. El sector está dividido a este respecto, pues unos reclaman llevar un pantalón corto "elegante, tipo chinos, tipo pinzas, pero regulado", combinado con "camisa o con polo de manera que se mantenga la imagen pero también la comodidad del taxista".

Se da la circunstancia que el pantalón corto se estuvo utilizando hasta el año pasado y cada cual lo usaba a su gusto y criterio. “Había quien lo llevaba prácticamente por la ingle y otros por la rodilla e incluso algunos vestían bañador”, sostiene otra de las asociaciones del taxi de Vigo.

Es obvio que el debate está servido y no es la primera vez que tratamos el tema de la indumentaria de los profesionales de este servicio público quienes, en todo caso, han de ofrecer ante el cliente una “saneada imagen”, no sólo en el aspecto del aseo personal, que algo que se da por hecho, sino en la vestimenta. Ciertamente que hay épocas donde el calor agobia, pero se entiende que los vehículos están dotados de aire acondicionado, por lo que no es necesario que quien conduce el coche vaya vestido como quien deambula por un paseo marítimo. La compostura es inherente al ejercicio de determinadas profesiones que están en contacto directo con el público.

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