Opinión

Educando en valores

El Colegio del Seminario Menor  “A Inmaculada” funciona con un plan de formación específico y, además, abierto a la sociedad ourensana. Su finalidad es ayudar a la maduración humana y cristiana de los adolescentes y para ello ha diseñado un plan educativo basado esencialmente en lo que denominan como “Educando en valores y generando actitudes”. 

Según se asevera en su propia web “pretendemos que nuestro lema no se quede en el papel, sino que a lo largo del curso diferentes actitudes y valores tomen un lugar físico en nuestra ‘casa’ para que en comunidad educativa seamos capaces de llevarlos a nuestras vidas” y se añade que “a la vez que crecen y aprenden, vayan madurando en todo aquello que les pueda ayudar a ser hombres de bien”.

El proyecto del Seminario Menor “A Inmaculada” debe observar líneas fundamentales de la nueva Ratio Fundamentalis en el marco del actual Plan de Formación para los Seminarios Menores de la Conferencia Episcopal Española, así como lo establecido por el obispo de la Diócesis.

Pero este proyecto educativo tiene otros elementos de valor añadido que enriquecen su ideario. Nos estamos refiriendo a la Escuela de familias. “Queremos empatizar con cada familia y acompañarlas en la educación de sus hijos. Los retos sociales que se nos presentan, así como los cambios del modelo tradicional de familia, hacen que sea cada vez más urgente un acompañamiento y formación seria acerca de la familia”.

Este centro aplica el sistema EBI y que es un método pedagógico basado en la personalización de la enseñanza que busca como punto de partida la comprensión de las motivaciones, conocimientos y habilidades de cada alumno para lograr en cada uno de ellos un aprendizaje significativo, es decir, con un sentido y significado personal, y un crecimiento que desarrolle el máximo potencial de cada uno. Esta personalización permite al aprendiz dotar de sentido personal a los contenidos, pues implica un aprendizaje que ayuda al alumno a entenderse mejor, a comprender su historia, a proyectarse en un futuro y a comprender y poder actuar en su realidad.

Y también funciona la escuela de oratoria, con el propósito de mejorar las habilidades de comunicación oral de los alumnos, algo que hoy en día es primordial, pues en una sociedad global como la que ahora mismo nos toca vivir, el dominio de las técnicas de comunicación nos permiten un mayor grado de socialización. Pero nos referimos a técnicas relacionadas con la expresión, sobretodo la oral. Lo otro es la tecnología que lo que hace es difundir la información instantáneamente, pero no contribuye eficazmente a la comunicación entre personas, facultad ésta que hay que ejercer en la interrelación y convivencia diaria.         

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