Opinión

Formas y fondos

La escena ya es tan habitual que forma parte del paisaje social de esta España nuestra, que diría la desaparecida Cecilia. Nos estamos refiriendo a las protocolarias audiencias que el rey ofrece en el Palacio de la Zarzuela cada vez que se va a formar un nuevo Gobierno. Eufemísticamente también se conocen como “ronda de consultas”, en las que participan aquellos grupos políticos con representación parlamentaria, según la propuesta que previamente entrega al monarca el presidente, en este caso, presidenta del Congreso de los Diputados.

Y lo de “protocolarias” lo mantenemos, dadas las características de la ceremonia, aun a pesar de que determinados políticos se empeñen en “desnaturalizar” el significado de esta tradición. Nos referimos a quienes siguen pensando que vestir corbata en este tipo de audiencias es clasista y que por ello ir descamisados resulta más adecuado con su espectro obrero. Hablamos de Alberto Garzón y Pablo Iglesias, quienes al llegar al Palacio dejaron en el perchero sus corbatas como quien hace lo propio con un sombrero, el gabán o el paraguas. Y menos mal que el líder podemita se puso chaqueta -sería porque debía tener frío ese día y no fuese que ir en camisa, como hizo en otra ocasión, le generase un resfriado... y la clase política no puede prescindir de este cualificado dirigente-.

Y qué decir de la diputada de Junts per Catalunya, Laura Borràs, quien se presentó ante el soberano con varios complementos amarillos en apoyo a los dirigentes independentistas procesados, luciendo en su chaqueta un broche de una mariposa amarilla y en su mano derecha, con la que saludó al rey, una pulsera de idéntico color. Pero ahí no quedó la cosa, pues esta parlamentaria que rehúsa el sistema pero está ahí gracias a él y que no considera grato al monarca, reconocía que “los catalanes no tenemos rey, pero que venía a verle como rey de España”… Eso se llama cinismo en su grado extremo. Y de paso le entregó una misiva personal de Jordi Sànchez, de quien dijo acudía como su “voz”… Sin comentarios.

También queremos destacar que en esta ocasión, Casa Real, en la difusión de estas audiencias, no divulgó la foto habitual en la que el rey posa en la sala de audiencias junto a cada representante político y donde aparece como fondo el tapiz flamenco, de finales del siglo XVI, “Alejandro distribuye riquezas entre sus amigos”. En esta ocasión, las imágenes distribuidas recogen el momento en el que Felipe VI recibe a los políticos a las puertas de su despacho, por lo que la escenografía de los saludos ha variado respecto a rondas anteriores. 

A lo mejor es que el mensaje de este conocido tapiz puede dar lugar a erróneas interpretaciones, por eso del reparto de riquezas entre amigos. Ya se sabe cómo son estas cosas de que una imagen vale más que mil…

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