Opinión

Madre coraje

Con licencia de Bertolt Brecht, recuperamos esa referencia a su “Madre coraje” para contextualizar nuestro artículo de hoy y aludir a un reciente caso protagonizado por una madre ante el acoso que estaba sufriendo su hijo, noticia de la que se han hecho eco los medios de comunicación precisamente por la singularidad de su actitud. Y lo materializó a través de un wasap. Los hechos tienen su origen en que su hijo era insultado a la entrada del colegio, lo que se repetía día tras día. Aunque ella lo puso en conocimiento de la dirección del centro, también lo comentó con el resto de los padres para que intercedieran, explicándoles que de no cambiar la actitud y a pesar de que su hijo es "respetuoso y educado", le ha dado permiso a éste para defenderse si continuaba el acoso. "A partir de mañana mi hijo tiene total y absoluta aprobación para agredir físicamente a su hijo", les dijo a todos.

Y después envió aquel mensaje a la madre del chico acosador y que además se hizo viral. En el mismo dejaba constancia de que “mi hijo es un niño noble, educado y respetuoso. Esto parece que le ofende bastante al suyo e insiste en ridiculizarlo, llamándole cosas como -literalmente- palomo, mariposa o flor. A mi hijo no le duele el mote que obviamente parece llevar implícito una forma despectiva de hablar de él aludiendo a su tendencia sexual”.

Asimismo afirma esta madre que hasta ahora no se había metido porque entendía que eran cosas de niños “y que los padres no deberíamos sobreprotegerlos tanto”, añadiendo que había educado a su hijo enseñándole que “la violencia física no lleva a ningún lado” y diciendo que hay que respetar a todas las personas: “Independientemente de su físico, capacidad intelectual o tendencia sexual, y esto hace que mi hijo se vea indefenso ante los ataques del suyo”. Y esta madre “coraje” en ese mismo mensaje precisaba: “No voy a entrar a valorar dónde está la tara de su hijo, porque no soy psicóloga, supongo que serán cosas de niños, como las ha habido toda la vida. No creo que esto sea bullying; es más, no soy partidaria de sobreprotegerlos, pero me veo en la obligación moral de comunicarles que a partir del día de mañana, mi hijo tiene total y absoluta aprobación por mi parte para agredir físicamente a su hijo cada vez que éste le ataque”, y subraya que si su hijo no usa la violencia verbal o física para defenderse es por la educación recibida, “no por miedo o ser un palomo, mariposa o flor”.

Es indudable que esta madre tiene claro cuáles son los principios que sustentan la educación de su hijo, resaltando la prevalencia de los valores, eso de lo que tanto se habla pero que parece que nadie quiere reconocer que nuestra sociedad adolece de su falta y de ahí que se sucedan casos como el descrito. Se vulnera la convivencia porque no hay respeto. Esa es la cuestión fundamental. Falta de respeto. Convivir en armonía es respetar a los demás y con reciprocidad. Por eso hoy hemos traído a colación esta noticia, que refleja el pulso de la sociedad.

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