Opinión

Misa exequial de Benedicto XVI

Benedicto XVI falleció a los 95 años en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. Según sus deseos, el papa emérito, siguiendo el protocolo en su caso (se da la circunstancia de que fue el primero que renunció a este cargo en 598 años), en la ceremonia se omitió la oración final del cardenal vicario de Roma, además de la oración e incineración de sus restos por parte de las iglesias católicas orientales.

El funeral del papa ha sido inédito, ya que no era papa en activo; por eso se produjeron tres novedades tras la muerte y el entierro de Joseph Aloisius Ratzinger: el funeral ha sido presidido por un papa activo, no hubo elección de un nuevo papa y no se destruirá el Anillo del Pescador, ya que el mismo fue anulado en la fecha de su renuncia.

El papa Francisco presidió la misa exequial de su predecesor en la plaza de San Pedro del Vaticano, en una ceremonia a la que asistieron unas 60.000 personas y que estuvo concelebrada por 120 cardenales, 400 obispos y 4.000 sacerdotes. 

La Casa Real estuvo representada por la reina emérita, doña Sofía, quien junto a otros monarcas y demás altas personalidades estuvieron sentados en primera fila, en la zona de las autoridades, a un lado del altar, a los pies de la basílica, con riguroso luto como corresponde a una ceremonia de esta naturaleza.

Fue un funeral “solemne y sobrio”, que cumplió con los últimos deseos de Benedicto XVI, quien fue enterrado en las grutas vaticanas, en el lugar en el que reposaron los restos de Juan XXIII y Juan Pablo II antes de ser canonizados. No fue una ceremonia como corresponde a un jefe del Estado, sino una misa exequial rigurosa.

Hay que mencionar que el organista titular de la basílica de San Pedro del Vaticano es un el español: José Solé, quien seleccionó las composiciones para despedir al papa emérito. El es el “organista de los papas”, cargo que ostenta desde 2018. El músico eligió dos piezas de Bach pensando que al papa emérito le agradarían: la “Fantasía en Do menor” BWV 562 y el tema “Vine, dulce muerte”. También el “Réquiem” de Giovanni Pierluigi da Palestrina.

Te puede interesar