Obviamente, la cumbre de la OTAN no sólo se ha caracterizado por una puesta en escena correcta y que en líneas generales ha recibido una magnífica aprobación. Además, se da la circunstancia de que Madrid es un maravilloso espacio para acoger este tipo de eventos, desde el Palacio Real hasta la pinacoteca del Museo del Prado.
Sin embargo, siempre hay algún “pero” para matizar. El primero de ellos, pues la colocación de la bandera de España volvió a aparecer invertida, de la misma manera que hace poco tiempo sucedió cuando se ubicó en el palacio del rey de Marruecos. “El error ha sido inmediatamente corregido, como se puede apreciar en la foto. Pedimos disculpas sinceras por el error y agradecemos a España su impresionante acogida para la Cumbre”, reconocieron fuentes de la Moncloa.
La situación se produjo cuando el presidente del Gobierno, iniciaba su alocución al comienzo de la Cumbre. “El mundo nos está mirando, mostrémosle nuestra unidad”, decía el presidente.
La otra “anécdota” protocolaria, fue protagonizada por el propio presidente del Gobierno en el curso de la cena de gala. Los primeros en saludar a los reyes han sido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y su mujer, Begoña Gómez. La pareja se ha acercado a los monarcas y se han estrechado la mano, como es costumbre. El caso es que Sánchez, en lugar de pararse para hacerse la foto protocolaria con Felipe y Letizia ha pasado de largo, entonces los monarcas les avisaron que no se fuese todavía, pues faltaba la susodicha foto protocolaria. Parece que todavía le falta práctica.
Por último, a saber cómo le sentó a la reina cuando entre las ilustres visitantes apareció la nieta del presidente de EEUU, Maisy ataviada con un chándal y alpargatas. En fin, se quedó en un comentario de sobremesa.
