Opinión

Nunca pierden

Será una apreciación mía pero tengo la impresión de que en sus relaciones políticas con otros países los británicos nunca pierden. Incluso en medio de la tormenta creada por el "Brexit". Las 585 páginas del borrador del acuerdo al que ha llegado Theresa May para concertar la salida de la Unión Europea es un buen ejemplo.

Por lo que hemos podido leer hasta el momento, serán considerables las ventajas para Gran Bretaña una vez que deje de formar parte de la UE. En realidad los británicos dejarán de ser "parte" en algunas cuestiones pero en otras podrán seguir actuando como si estuvieran dentro y por tanto obtener los mismos beneficios que si permanecieran en la Unión.

El negociador de Bruselas, Michael Barnier, y Theresa May han logrado un documento que sirva de base para el Brexit. No sin polémica en Londres. A May le puede costar la jefatura del Gobierno puesto que en las filas de su propio partido discrepan con el texto del tratado de salida. Pero también es verdad que si May no logra que el Parlamento Británico apruebe el acuerdo el Reino Unido se podría ver abocado a convocar un nuevo referéndum. O sea: un lío.

En el seno de la UE algunos países, entre ellos España, manifiestan discrepancias con diferentes aspectos del acuerdo. En nuestro caso con uno de los artículos del tratado de salida porque deja abierta la puerta a la ambigüedad en relación con el futuro de Gibraltar. De no aclararse dicho punto, el Gobierno español podría vetar el acuerdo. Así lo ha dicho el presidente Pedro Sánchez: "Es un punto esencial, si no se resuelve de aquí al domingo, España votará que no y ejercerá su capacidad de veto, porque afecta a la esencia de nuestro país". Veremos en qué queda la cosa.
Volviendo al Reino Unido, otra variable del asunto es que Theresa May se juega su propia carrera política. Frente a quienes quieren desalojarla del 10 de Downing Street tiene una baza: convocar elecciones. Comicios en los que podría resultar ganador el Partido Laborista. Una posibilidad que aterra más a los suyos que el acuerdo con Bruselas.

El 29 de marzo del 2019 es la fecha pactada para consumar el Brexit, la separación definitiva. Hasta entonces todas las opciones estarán sobre el gran tablero de la política. Pero, no me apeo de la primera idea: ya verán como Londres consigue salvar algo más que los muebles.

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