Opinión

Tres candidatos, tres

Oficialmente son seis pero en realidad solo hay tres candidatos con posibilidades de hacerse con el santo y seña del PP. El juego está entre Pablo Casado, Soraya Sáenz de Santamaría y Dolores de Cospedal, por más que el ministro García Margallo, José Ramón García Hernández y Elio Cabanes, hayan entrado en la competición. Muchos analistas creen que incluso entre los tres primeros, el "duelo" se va a circunscribir entre Soraya Sáenz de Santamaría y Dolores de Cospedal y que Pablo Casado se quedará en el camino.

Pero yo estoy entre quienes opinan que la suerte aún no está echada y que todo puede pasar, incluso que Pablo Casado tenga más opciones de las que parece tener por más que tenga un flanco al descubierto: el de la obtención del famoso máster en la Universidad Rey Juan Carlos.

Los tres candidatos representan modelos diferentes, pero quizá el más "diferente", al menos en apariencia sea el del propio Pablo Casado, aunque solo sea por una cuestión de edad. Mientras que Soraya Sáenz de Santamaría y Dolores de Cospedal representan una línea de continuidad con el pasado reciente, Pablo Casado, aunque formaba parte de la última dirección del PP, no ha tenido ni ejercido "poder" suficiente como para ser deudo de ese pasado.

Y ya puesta a opinar tengo la impresión de que Soraya Sáenz de Santamaría es mejor candidata de puertas para afuera de su partido que de puertas para dentro, mientras que Cospedal tiene más predicamento interno puesto que ha sido y sigue siendo la secretaria general. Es decir, Dolores de Cospedal es quien ha estado en la sala de máquinas del PP y eso es un plus, mientras que Soraya Sáenz de Santamaría ha estado ejerciendo poder desde "fuera" del partido. Soraya Sáenz de Santamaría tiene en su haber fama de política sería, trabajadora, eficiente (salvo el traspiés en Cataluña donde Oriol Junqueras la engañó a conciencia).

Por su parte, Dolores de Cospedal puede presumir de ser una política de partido para lo bueno y lo malo y haber tenido que dar la cara por "marrones" que no eran suyos aunque precisamente su defensa de lo indefendible la restan credibilidad fuera de su partido. 

En cualquier caso el PP necesita con urgencia un líder que sea capaz de poner punto y aparte con la etapa anterior, necesita reinventarse para intentar recuperar la credibilidad perdida. Y en ese camino la elección del líder es el primer paso.

Pero habrá que esperar a ver cual de los tres candidatos en liza se hace con las llaves de Genova 13. Por lo pronto los militantes convocados a la elección de líder ni eran tantos como se suponía ni tampoco parecen entusiasmados con participar en la elección de líder.

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