Opinión

Restricted area

Poco después del conflicto del islote de Perejil, en la costa de Marruecos, nada más aterrizar con un helicóptero en el aeropuerto de Tetuán con intención de repostar me echaron el guante. Había despegado de Ceuta y al parecer había sobrevolado “M´diq”, uno de los palacios del Rey Mohamed VI. Me hicieron todo tipo de preguntas: que de donde venía, que a dónde iba, que dónde estaban las imágenes del Rey bañándose… (la debe tener pequeña, pensé). Había formulado previamente el correspondiente plan de vuelo y me defendí mostrándoles la cartografía de baja cota. Allí no aparecía ninguna zona “R” (Restricted), ni “P” (Prohibited), ni “D” (Dangerous). Al final, después de mucho té y mucha leche con almendras; y de dos o tres cartones don Simón y uno de Marlboro de intercambio, me dejaron ir con viento cálido. “Salam aleikum”, “Aleikum Salam”, “Que os den”, y toda esa vaina.

He de reconocer que si un moro, con un helicóptero con matrícula mora, sobrevolase el Palacio de Marivent, con las meninas chapuceando en la piscina y la Leti en toples, necesitaría más de una bandeja de dátiles, maridados con té y yerbabuena, para solventar el desaguisado. En fin. Estoy seguro que hoy Google Air tiene archivados los culos, las tetas y los prepucios de medio mundo y las vergüenzas de toda la clase dirigente del planeta.

El caso es que el marquesado de Galapagar, donde viven el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, goza de unas medidas de seguridad tan espaciales -declaradas “top secret” por el Gobierno-, que no me extrañaría nada ver muy pronto en el área que comprende su espacio aéreo una zona “Romeo” (restringida), “Papa” (prohibida), o una “Delta” (peligrosa) que es la que se refiere a las actividades militares, como las prácticas de tiro terrestres, o los ejercicios de tiro antiaéreo.

Lo que hay que ver. Y que oír. Contestando a una pregunta de la agencia de noticias Servimedia en relación al número de efectivos que se destinan a proteger la vivienda de Iglesias y Montero, el Ejecutivo a través del Portal de Transparencia ha dicho que al tratarse de “información especialmente sensible y protegida por la Ley de Secretos Oficiales, se considera procedente denegar el acceso público a la información solicitada”. Hala, toma transparencia; y que Alá sea con vosotros. Estoy viendo que, como este verano se declare un incendio en la Sierra Norte madrileña y los helicópteros contra incendios tengan que sobrevolar Galapagar, más le valdría a los pilotos y las brigadas apagafuegos llevar el casco en los huevos por si el vice le entra el pánico y a los picoletos el miedo. Con Marlaska al mando, la “eficacia operativa” supera a la del Pentágono. 

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