Opinión

Ledicia González Sola

La Acacia dealbata, acacia mimosa, aromo francés, fina plateada o acacia australiana, es una especie arbustiva o arbórea perteneciente a la familia de las leguminosas que en el lenguaje de las flores significa elegancia. Son plantadas en parques, calles y paseos. En Italia es el símbolo del día de la mujer y se acostumbra regalar un pequeño ramo de mimosas a las féminas. En algunos trabajos regalan a todas las empleadas un ramito, o un dulce llamado “mimosa”, muchas panaderías preparan los dulces amarillos (recordando el color de la misma). 

Ledicia Sola como la acacia, es elegante, fina y dulce, pero también es bella como la clemátide y, como la rosa, suave, simpática, admirable y Ledicia Solatransmisora de alegría a quienes la rodean.

Ledicia nació en marzo, cuando la acacia está en pleno esplendor y la primavera anuncia color, alegría y optimismo. De niña era muy traviesa, divertida y soñadora; todo le parecía interesante, pero la poesía, recitar, cantar y bailar, ya preconizaban que el teatro sería su irrenunciable objetivo en el discurrir de su joven vida. Muy buena estudiante, siempre ha hecho gala de un saber estar, de una exquisita educación y templanza y muy respetuosa con las personas a las que siempre intenta no herir ni molestar.

Ledicia, que es una profesional como la copa de un pino, no soporta de los demás la falta de esa cualidad que ella practica en todo lo que hace. Su carrera está siendo meteórica, aunque le ha costado mucho esfuerzo, sacrificio y constancia el posicionarse en el éxito que goza en la actualidad. Sería una reiteración por mi parte descubrir aquí los éxitos y logros de Ledicia Sola, aunque en este momento, “Vivir sin permiso”, serie de television producida por Mediaset España en colaboración con Alea Media para Telecinco, refleja el estado dulce de nuestra “artistiña”, que no para de escalar con éxito los peldaños de su joven pero brillante carrera.

Es difícil buscar un paralelismo, pero me recuerda a Gina Lollobrigida en “Trapecio” por su valor y capacidad de lucha para conseguir el equilibrio en tan difícil profesión como la de actriz. Lle gustan todos los colores y siente debilidad por los tonos desgastados… verdes, grises, azules o incluso marrones; también tiene una manía, el orden y la puntualidad. No soporta la estupidez, le gusta viajar, las verduras (especialmente los grelos), no le atraen las lentejas ni las albóndigas, escucha a Iván Ferreiro y Queen y, cuando tiene tiempo, pasea por la playa, monta a caballo, lee, una buena película, una buena obra de teatro, un musical, un concierto, un museo... en general, todo lo que tenga que ver con tendencias artísticas. Por amistad de años con sus padres y hermanos la conozco desde muy niña. Un día le pedí su ayuda para un desfile en Madrid. Fue tan discreta y profesional, que me ocultó que sería un homenaje sorpresa y que ella sería mi última novia en una pasarela profesional.

Pero la mejor y autentica anécdota de Ledicia fue el atreverse a nacer un 27 de marzo, exactamente el mismo día en que algunos años antes había nacido su madre (Nora Sola) y coincidiendo con la fecha en la que se conmemora el Día Mundial del Teatro. Estaba claro que había nacido para dedicarse a la interpretación, para ser ¡una hermosa y rutilante estrella!

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