Casi no ha arrancado la temporada de primavera y ya se llenan los escaparates del centro de la ciudad de ofertas de Mid Season que van desde el 15 al 50 % de descuento, según las firmas, o descuentos en segunda unidad, etc. Conclusión: somos caníbales.
Este caos que supone la liberalización del periodo de rebajas es lo que trae: confusión, merma en los márgenes comerciales y, consecuentemente, pérdida de rentabilidad de los mismos, pero también desconcierto entre los consumidores. Estamos apostando, con estas políticas, a caballo perdedor, por parte del pequeño y mediano comercio, y dándole donde más le gusta a las grandes firmas. Si la guerra la hacemos entre nosotros, ellos sólo se asoman a mirar cómo nos fagocitamos.
Tenemos que dar una vuelta de tuerca a este sistema y, desde el ámbito legislativo, exigir la inmediata aplicación, en su totalidad, de la Ley de Comercio Interior de Galicia, que es el marco natural y necesario para la actividad comercial. Hasta la Confederación Española de Comercio, que en un principio se destacó con un clamoroso silencio, de un año a esta parte viene reclamando lo que habíamos pronosticado desde el Centro Comercial Aberto, la necesidad de volver a la cordura.
Hoy, como en su día fueron los macrocentros comerciales, miramos con pavor a las plataformas de venta online, al mundo digital.
Si bien es cierto que cada vez deberíamos tener mucha más,adaptarlo a nuestras necesidades y a nuestras posibilidades. Esta fórmula merece la pena, y además con la ventaja de que nosotros somos visibles físicamente. Y a lo online, sumar nuestras propias fórmulas y eventos –la Shopping Night es una buena muestra de ello–. Para hacernos visibles en la Red, debemos ir unidos y tratar con mimo, como tratamos nuestra tienda física, la tienda virtual.
El esfuerzo, repito, merece la pena. Pero necesitamos más. A pesar de estar en la generación del 5.0, hay fechas que, dado el carácter de nuestro entorno social, fueron y deben seguir siendo un revulsivo comercial.
Me refiero al 19 de marzo. Los datos de consumo en comercio y hostelería, cuando este día era festivo autonómico, dan fe de ello.
Y por último, un apunte. Igual que en otros países de nuestro entorno, con el fin de optimizar las semanas pasemos de una vez por todas los festivos a los lunes. El sector servicios, seguro, lo agradecerá. Aunque va a ser difícil, desde la unidad de acción del pequeño comercio podemos conseguir que, al menos, se nos tenga en cuenta y se nos escuche.
No en vano representamos el 5,3% del PIB a nivel estatal –comercio minorista, el comercio en general el 12%– con cerca de dos millones de trabajadores. Y, si trasladamos los datos a Galicia, la cuota se eleva al 17,2%.
