Opinión

La burbuja fotovoltaica

Usted recordará a Miguel Sebastián, economista de cabecera de José Luis Rodríguez Zapatero y, entre 2008 y finales de 2011, su último ministro de Industria. Es quien prometió enviar gratis a todos los hogares bombillas de bajo consumo para demostrar la implicación del Gobierno en el ahorro energético y en los paneles solares, de los que España iba a ser número uno del mundo.

Rodríguez Zapatero y Sebastián cantaban la grandeza de los huertos solares: iban a dejar a Edison y a Tesla en anécdotas históricas. Pero aquello resultó un fracaso monumental que pagamos todos los meses en nuestras facturas de la luz.

Miguel Sebastián denuncia ahora que Zapatero quiso adelantarse a los tiempos y a las tecnologías del momento, y diseñó unas ayudas a los inversores en fotovoltaicas que crearon una burbuja ruinosa. Acaba de acusar a su amigo y presidente, a los gobiernos autonómicos socialistas, en especial, al extremeño, al andaluz y al castellano-manchego, y a los ayuntamientos embarcados en este dispendio progresista, en la revista profesional “Cuadernos de Energía”. Y rehúye sus responsabilidades al afirmar que Zapatero se negó a pinchar la burbuja que entre 2007 y 2011 instaló en España 3.000 megavatios de paneles fotovoltaicos, 7 veces el objetivo , y además acrecentó las ayudas el 176 por ciento, hasta siete mil millones de euros anuales.

Esas cifras asombraban al mundo porque parecían suicidas para tecnologías aún poco eficientes. Pero, señala Sebastián, los gobiernos socialistas de todo rango querían mostrar su compromiso con la Naturaleza.

Aparte de traicionar a su jefe y al PSOE, el exministro de Industrial dice lo peor que puede sentarle a un socialista: que la “burbuja solar” que crearon fue una estafa piramidal que exploraron los terratenientes con huertos solares en terrenos inservibles para la burbuja del ladrillo.

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