Opinión

El Academio de Lengua

El intento de feminizar el idioma que han emprendido Pedro Sánchez y su viceprimera ministra, Carmen Calvo, puede llevarnos al ridículo cuando seamos neutrales y debamos duplicar el nombre de la Real Academia Española para llamarle también el Real Academio Españolo.

En la fachada neoclásica de la institución deberá figurar con “Real Academia Española y Real Academio Españolo”, igual que quieren poner Podemos y demás progresistas en el frontispicio del Congreso “De los Diputados y las Diputadas”.

Carmen Calvo le ha pedido a la Academia que estudie “la” Constitución para feminizar su texto, y su director, Darío Villanueva, salió por las ramas: “No hay clima político como para aprobar una reforma por dos tercios del Congreso y del Senado, que se disuelvan las Cámaras, se convoquen elecciones generales, se ratifique por el nuevo Parlamento y se convoque un referéndum”.

Pero ella asegura que va a reformar la Carta Magna o el Carto Magno porque sí, habiendo llegado al Gobierno o Gobierna en una jugada o jugado de billar precaria o precario que hace agua o aguo.

¿Dónde empieza y acaba el lenguaje inclusivo que duplica textos y diálogos cuando las palabras nacen entre los hablantes; las Academias las recogen cuando ya son organismos vivos?

Hace unos días el Gobierno francés prohibió el lenguaje inclusivo en sus textos oficiales a raíz de la aparición de un libro escolar que rompía la neutralidad de género que se estudia en las gramáticas: el género neutro.

La Academia francesa de la Lengua ya se había expresado en contra calificando la feminización forzada como una “aberración”, pero nada, Calvo y las fuerzas del pseudoprogreso quieren duplicar las palabras en el Constitución/Constituciono, como ha hecho aquí en algún párrafo expresando su neutralidad este cronisto/periodisto.

 

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