Opinión

Mossos con armas de guerra

Más que cualquier declaración de independencia de la escuálida mayoría del Parlamento catalán lo que envalentonará a los separatistas será que Pedro Sánchez autorice en su encuentro de este lunes a Quim Torra que los Mossos d’Esquadra adquieran el arsenal de armas de guerra que Rajoy les negó. 

Decía el exsenador independentista y juez suspendido Santiago Vidal que de entre los 17.000 mossos al menos hay 4.000 dispuestos a “defender con las armas la República catalana”; naturalmente, contra el Estado.

De ellos, unos 400 pertenecientes a “Mossos por la independencia” serían los más belicosos, por lo que no debe extrañar imaginárselos como los Rambo de su supuesto país.

Los mossos disponen ya del subfusil HK mp5, uno de las eficaces del mundo en la guerra y en la lucha contra el terrorismo.

El pasado otoño, y mientras enfervorizaba a los mossos separatistas con sus consignas antiespañolas, Joaquín Forn, entonces consejero de Interior de la Generalidad y hoy en prisión, le reclamaba al Gobierno de Mariano Rajoy que levantara su veto a la compra de 800 fusiles de asalto y subfusiles, armas de guerra aún más potentes que las anteriores.

También pedía medio millar de granadas Offensive Hand Grenade 86 (HGr86) que la Intervención Central de Armas pedía no entregarle; además, con el apercibimiento negativo de Rheinmetall, el fabricante.

Teóricamente esas armas de guerra serían para combatir posibles ataques yihadistas, pero son innecesarias porque su potencia es muy superior a la necesaria para esos casos, y menos cuando cuentan con el apoyo obligatorio de las Fuerzas de Seguridad del Estado, que los Mossos han boicoteado sistemáticamente.

El supremacista Torras afirma que no negociará el lunes asuntos autonómicos, sino “únicamente el derecho de autodeterminación”. Sánchez podría darle como anticipo sus armas de guerra.

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