Opinión

Otras manadas de violadores

Una “manada” de quince adolescentes marroquíes violó hace unos días a una chica mientras uno acuchillaba a su novio por defenderla en la estación de metro barcelonesa de Santa Coloma de Gramenet.

El hecho ha provocado un irritado debate entre quienes exigen prisión y después expulsión de los adolescentes, y quienes los consideran víctimas de los racistas y fascistas porque consideran culpable al sistema político y a las autoridades.

Los chicos entraron ilegalmente a España como parte de una creciente oleada de menores de los que sólo en octubre llegaron 3.000 a Cataluña, según Chakir el Homrani, consejero de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalidad.

Homrani, sociólogo nacido en Barcelona de familia inmigrante, separatista muy activo y militante de ERC, admite además que en julio de 2018 se habían superado ya los 1.489 menores africanos que llegaron a Cataluña en 2017.

Los albergues de la Generalidad tienen sólo 432 plazas, por lo que estos MENA (Menores No Acompañados) terminan buscando cómo vivir.

Algunos duermen en parques o en comisarías a donde van voluntariamente, otros como esta “manada”, ocupan pisos sin higiene donde se contagian enfermedades. Una es la sarna que le transmitieron a la violada, su novio y a los mosos d’esquadra que los detuvieron.

La mayoría quedó en libertad, lo que provocó la protesta de diferentes grupos cívicos: la alcaldesa socialista de Santa Coloma organizó una concentración contra la Generalidad a la que acudieron grupos para exigir la expulsión de los MENA, mientras otros los defendieron por su precariedad social.

Las feministas, tan activas en el caso de la “Manada” de Pamplona, no aparecieron, mientras nadie da una explicación sobre qué va a hacerse ante esta llegada incontrolada de jóvenes, algunos de cuales actúan como manadas.

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