Opinión

La razón produce monstruos (el cambio)

En el grabado 43 de los 80 Caprichos de Goya aparecen animales, pájaros monstruosos y lechuzas que serían sus sueños, temores y fantasmas, pero también sus genialidades, rodeando al artista dormido sobre una mesa cuyo frente tiene la inscripción “El sueño de la razón produce monstruos”.

La campaña electoral que culminará el día 26 nos adormece, como está Goya, y cuando se cae en ese sueño aparecen los fantasmas de un posible futuro inquietante, que podría no dar salida a la crisis política del país y que lo mantendría profundamente dividido.

Sólo una mayoría muy cualificada tendrá autoridad para inicial las reformas legislativas más necesarias para adecuar, incluso la Constitución, a los tiempos actuales: la verdadera “España del Cambio”. El verdadero y único cambio que no lleva al desastre.

Que necesita, al menos, dos tercios del Parlamento: el previsible triunfador, el PP, el tercer clasificado según las encuestas, el PSOE, y Ciudadanos.

Los tres respetan la Constitución y el sistema democrático que, aunque necesita cambios, es homologable en bondades a las democracias más justas y avanzadas del mundo.

Queda un tercio hostil a esta democracia, dispuesto a destruirla para construir esa mezcla de comunismo, populismo y taifas independentistas que propugna Podemos, aliado coyuntural con los separatismos, cantonalismos, anarquismos y movimientos antisistema.

Hay salida con esa unión de los tres constitucionalistas. Pero se detestan, mientras sus contrarios aceptan, aunque sólo sea temporalmente, al Caudillo, al Conducator, Camarada Pablo, que proclama que la Constitución es un desastre que hay que destruir. Después, el chavismo.

Si el discutido Mariano Rajoy, el débil Pedro Sánchez y el algo fantasioso Albert Rivera no se unen o se interfieren mutuamente, los monstruos del país Podemos devolverlo a los infaustos años 1930, de fracasos y violencia.

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