Opinión

La cláusula del idioma

En esta época en el que impera la aldea global y uno hace unas declaraciones polémicas pongamos en Honolulu y se enteran el mismo día en Cáceres, también han penetrado los tabloides británicos que todo lo penetran en el contrato que liga al jugador brasileño Neymar junior con el Barça. Neymar tiene como padre un sujeto al que según me cuentan hay que echar de comer aparte. Es un defraudador vocacional que la lía cada vez que abre la boca tal vez porque él come de su hijo y muy bien por cierto por lo que no tolera ni la más mínima cuestión sobre el salario que recibe el vástago. El padre de Mozart vestía a su hijo con casaca y peluca desde su más tierna infancia, y lo paseaba por salones y festejos obligándole a tocar el piano con aquellos deditos madre que apenas abarcaban tres teclas como si fuera un mono de circo porque de eso comía la familia.

El papá de Neymar es capaz de cualquier cosa con tal de ganar pasta. Incluso de tolerar que una de las cláusulas del contrato obligue a su retoño a aprender a hablar catalán porque así lo determinan los directivos del equipo quienes entienden que es absolutamente necesario que el jugador se integre en la vida de su nuevo país utilizando para este fin la lengua catalana herramienta por completo indispensable. La filtración expresa que el propio club pondrá los medios necesario para que el muchacho aprenda el idioma y su padre habrá dicho que sí. Neymar junior –que no parece en verdad un tipo muy ilustrado y que semeja tener menos luces que un barco pirata- se habrá puesto a ello con el aprovechamiento que se trasluce en sus declaraciones públicas El catalán no lo domina.

Paradójicamente, el áspero diálogo mantenido en las redes sociales por su compañero de equipo Gerard Piqué y el defensa madridista Álvaro Arbeloa se mantiene en castellano e incluso el central azulgrana se ha permitido formular algunas correcciones ortográficas a su rival quien por su parte, ha contragolpeado denunciando otra errata de la parte contratante. Si Piqué escribiera sus recriminaciones en el idioma que aprende Neymar júnior por contrato, no se enteraría casi nadie y por eso apela a la que nos une a todos aunque no le haga sospecho mucha gracia. En verdad Neymar cobra tanta pasta que hasta yo aprendería catalán si me pagaran lo que a él le pagan. Lo hablaría en la intimidad, claro.

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