Opinión

Famosos en Navidad

Si bien los personajillos que viven de si mismos y de sus propias mandangas  irrumpen con una frecuencia en nuestra vida cotidiana y monopolizan ciertos espacios de la programación televisiva en cuya ocupación se afanan como método de vida a lo largo del año, parece como si en el tiempo de Navidad, esa presencia se multiplicara. Ninguno de estos sujetos (y sujetas aunque no sea necesario apostillar como indica tímidamente la Real Academia de la Lengua) desperdicia un tiempo tan adecuado para manifestarse, y ahí tienen ustedes a lo más escogido de la flora y la fauna de las páginas sociales poniendo caritas, sentándose delante del abeto y colocándose un gorro de Santa Claus enterneciendo la mirada, signos de identidad todos ellos estéticamente muy interesantes que definen sus presencias en estos días provechosos además para hacer llamamientos al buen rollo, el ambiente amable, el buenismo (ya se puede decir que conste) y la amistad. Paz y amor hermanos.

La Navidad rescata personajes impresentables a los que proporciona dividendos adicionales a mayores de sus exigencias cotidianas. Sin entender todavía de qué va la cosa, he sabido por ejemplo que las Campos  se han trasladado en estas señaladas fechas a Nueva York quizá para prolongar en la Gran Manzanar ese show vergonzante  que consiste en permitir que una cámara no las abandone durante las veinticuatro horas del día y se vaya con ellas hasta el baño. He sabido también que madre e hija se han hospedado en el Waldorf Astoria, y han estado de compritas por Manhattan. Un adelanto de este vigoroso programa nos ha ofrecido a Terelu recién levantada de la siesta, con el belfo caído y el gesto semi idiotizado por efecto del sopor en la suite de lujo que ocupa. Alguien ha sugerido que el programa de las Campos es un equivalente hispánico al que por lo visto protagonizan con carácter ecuménico las hermanas Kardashian. También tiene su aquel, pero las Campos son de Málaga, dónde va a parar…

Sospecho que mantener un tren de vida disparatado y una legión de familiares, amigos, amantes, cónyuges y ex cónyuges es un ejercicio muy caro que necesita un alimento constante. En estos ámbitos es razonablemente frecuente que de buenas a primeras se cruce Hacienda. Y además están los tribunales, que en estas causas a cara de perro en las que suelen acabar las relaciones personales de este  variado colectivo, tiene un papel destacado porque las sentencias suelen hundir a unos y elevar a otros a los altares. Navidad representa horas extras. Y no hay que desaprovecharlas.

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