Algo me está diciendo a mí que la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo se está volviendo peligrosa. Hace un par de días, protagonizó un acto tan poderoso como teatral con ínfulas de show en el más puro estilo USA en el que mostró al mundo cuáles son sus anhelos de futuro.
Sobre el escenario del Teatro Olympia de Madrid, al trepidante ritmo de música y bambalinas, y rodeada por una audiencia entusiasta que las crónicas calculan en mil asistentes, Yolanda Díaz presentó lo que ella misma ha dado en llamar “su plataforma”. Un grupo de políticas de izquierda alternativa al PSOE e incluso a Unidas Podemos, de las que espera rodearse para proponer una alternativa política.
En la tarima y ataviadas con sus mejores galas, había por tanto estrechamente imbricadas con el proyecto de la vicepresidenta, las que hoy aparecen como sus aliadas en el proyecto: la alcaldesa de Barcelona Ada Colau, la portavoz de Más Madrid Mónica García, la vicepresidenta de la Generalitat de Valencia por Compromis Mónica Oltra, y la representante de la formación Dignidad de Ceuta, Fátima Hamed. Todas triunfantes, todas sonrientes, todas vibrantes… Todas dispuestas a representar una nueva formación política síntesis de principios y objetivos con los que parece demostrado que la política gallega ha resuelto independizarse de viejas pertenencias y saltar la banca.
La mayor parte del público asistente eran mujeres, y parece palmario y obvio aclarar que ni Pedro Sánchez, -de cuyo ministerio forma parte ostentando una vicepresidencia- ni Íñigo Errejón –líder y fundador de Más Madrid- ni siquiera el ocioso titular de Comercio, su compañero de filas el ministro Garzón, estuvieron presentes en el acto. Al fin y al cabo, lo que se estaba mostrando en esta representación pródiga en luz, imagen y sonido no es otra cosa que un golpe de efecto. Y lo que se está cociendo es un nuevo partido político.
Que tenga o no capacidad para recoger militancia y respaldo popular es otra cuestión. Que se está preparando, eso sí que es un hecho. Que Yolanda Díaz ha olido la gloria política también es un hecho. Que es joven, ambiciosa y popular tampoco puede ponerse en duda. La gloria, el poder, la pasión, son argumentos irresistibles y en eso está en estos momentos Yolanda Díaz. No se da mirado que dicen en su tierra.
