Las encuestas tendrían seguramente un resultado más ajustado si a los encuestados se les inyectara previamente una dosis de pentotal sódico ya que la mayor parte de aquellos a los que se les inquiere sobre cuestiones personales –a quiénes van a votar las próximas elecciones, por ejemplo- esconden sus verdaderos sentimientos urgidos por el qué dirán y otras razones parecidas. A pocos les gusta reconocer públicamente que votan a la derecha porque su voto no está socialmente bien visto. Tampoco gusta reconocer que sus programas favoritos de televisión se incluyen entre los contenidos denominados “tele basura”, y prefieren mostrarse partidarios de los documentales sobre vida salvaje ofrecidos por la 2 en la hora de sobremesa que queda mucho más bonito. Si eso fuera cierto, habría muchos más espectadores expertos en la vida y costumbres de los pingüinos y la mayor parte sabría que no todos viven en los hielos perpetuos del cono sur del planeta. Ayer me encontré a mi mismo asistiendo interesado a un documental sobre estos pintorescos animalitos, y supe que una muy notable cantidad de ellos vive en las costas de Australia y Nueva Zelanda, que existen pingüinos africanos, y lo que es aún más sorprendente, que hay una numerosa colonia de curiosos pingüinos en las islas Galápagos parte de cuyo territorio está sobre la línea del ecuador. Nadie lo diría, pero se sospecha que más de la mitad de aquellos que compran guitarras de alta gama o bien tocan mal la guitarra o simplemente no saben hacerlo. Aunque pocos lo confiesan.
Decir la verdad cruda y desnuda a los encuestadores no abunda ni hay constancia de que eso pueda producirse, y debe ser por eso por lo que las que hace Tezanos y su gente suenan cada vez más ridículas. El primer barómetro del año nuevo publicado por el CIS no solo suena a manipulación como siempre, sino que introduce preguntas cargadas de intención política que inducen a respuestas destinadas a refrendar las decisiones del Gobierno. El CIS abre el año preguntando sobre los magistrados del Supremo, la necesidad o no de modificar el código penal –sin citar naturalmente los delitos de sedición y malversación- y cuál es el partido responsable de las dificultades para renovar el Constitucional. Las respuestas son muy favorables a los intereses gubernamentales, claro. Con Tezanos el PSOE sigue ganando aunque esta vez lo hace por un ajustadísimo 30’2 contra 28’9. Una debilidad la tiene cualquiera.
