Opinión

Partido en la cumbre

Los aficionados al fútbol vamos a estar el domingo pendientes de un partido que elegirá a su término el nuevo campeón del Mundo de esta especialidad. Un partido soñado en el que se verán las caras aquel al que se considera comúnmente el mejor futbolista mundial de los últimos diez años y el que la opinión pública elige con carácter mayoritario como su sucesor para la década que viene. Los dos extraordinarios jugadores que ejercen de equilibrio entre un genio en retirada llamado Leo Messi y otro en explosión llamado Kylian Mbappé y que se llaman Luca Modric y Karim Benzemá no están para esta cita por distintas razones, de modo que el partido final lo van a jugar veintitantos, pero el vencedor absoluto por decisión del universo balompédico saldrá del duelo individual establecido entre la pareja formada por un argentino de 36 años y un francés de 21. 

Personalmente tengo la ligera sospecha de que la vocación manipuladora de la FIFA y el carácter turbio y ventajista de Gianni Infantino su presidente, están mediando para ofrecer al astro argentino su ansiada recompensa que le permita asumir en loor de multitudes una próxima jubilación, en la creencia de que Mbappé tiene por delante una década larga para inflarse a ganar títulos colectivos e individuales. Las artes de prestidigitación puestas frecuentemente en práctica por este abogado suizo de modales opacos se manifiestan especialmente poderosas en el manejo del estamento arbitral, y buena prueba de ello son, por ejemplo, el abrupto retorno a casa de Mateu Lahoz tras un enfrentamiento verbal con Messi, la designación de un árbitro argentino, Facundo Tello, para dirigir el partido de semifinales Portugal-Marruecos, en el que se dirimía el próximo rival de la selección de su país, o el propio comportamiento de los colegiados en el partido contra Croacia – el italiano Daniele Orsato protagonizó el señalamiento de un penalti a favor de la albiceleste que no lo era ni por asomo- razones que inducen a pensar que la FIFA está más por Argentina que por Francia.  

A mí, una vez eliminada Croacia que era la mía, y una vez recuperado sano y salvo Luca Modric al que Otamendi se empeñó en abrir  en canal en no pocas ocasiones, quien gane de esta pugna me da igual. Benzema ya está en casa y espero que vuelvan enteros Touachmeni y Camavinga los merengues que quedan en la final. Tras el ridículo patrio con Luis Enrique al mando la cosa pierde mucho. O gana…

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