Opinión

La vuelta del hijo pródigo

A todo esto, que sepan que a Benzemá lo acaba de convocar el seleccionador Didier Deschamps para que se integre en la expedición que Francia prepara para jugar la Eurocopa. Benzema estaba sentenciado a no volver a vestir la tricolor desde aquel extraño y controvertido vídeo de contenido sexual con el que supuestamente trató de chantajear a su compañero de concentración Mathieu Valbuena, si bien esa no fue la explicación de Benzema, quien argumentó que el vídeo era simplemente una llamada de atención a su amiguete para que anduviera con ojo y no se metiera en jardines llenos de ortigas.

Deschamps ya tenía fama de cabezón cuando jugaba al fútbol –lo hizo durante unos años en el Valencia justo antes de retirarse con 32 años- y como seleccionador también ha mostrado que es de posiciones fijas. Pero en este caso no ha tenido más remedio que envainársela. Cuando se produjo aquel enojoso asunto, Karim Benzema era un jugador de buena condición y calidad media-alta que el entrenador declaró prescindible. Deschamps tenía el puesto bien cubierto con una nueva generación de futbolistas con Griezmann a la cabeza que minimizaban la ausencia del madridista y contribuían a reforzar la figura del seleccionador, que fue el directo responsable de la orden por la que Karim Benzema no volvería a una convocatoria con Francia al menos, mientras él se ocupara de gestionar el elenco galo.

Dicen que rectificar es de sabios y en este caso además de sabio, Deschamps ha mostrado otro componente de su carácter, que es la habilidad para reconducir sus actos sin que le pasen factura, condición imprescindible para conservar un puesto que es tan político como deportivo. El seleccionador vasco se ha dado cuenta de que con la artillería a la que apela no se arregla. Griezmann es mucho menos de lo que prometía, Giroud está en las últimas, y Mbappé es un futbolista de velocidad pero no es ni por asomo un cazador del área. Para mayor abundamiento, Benzemá es hoy el mejor delantero francés de largo. En el Madrid ha madurado y se ha hecho mayor. Deschamps le puso la cruz a un joven de nivel medio, pero Benzema va hoy para Balón de Oro. Algo ha debido cambiar, porque hasta la ministra de Deportes saluda la vuelta del jugador madridista. Presión, alta política, consejos, sugerencia… O sea, vuelve por decreto “l’enfant terrible”.

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