Opinión

Cómo hacer pis con el abrigo puesto y el bolso en la mano

Y el paraguas y los periódicos y la táblet y alguna otra bolsa y todas esas cosas con que suele cargar y trasladarse el usuario del transporte público. Aprovechando la hermosa visión de la potencia con que estos días se pavonea el Miño, crucé el Puente Viejo y seguí hasta la nueva estación de autobuses. Una vez allí hice la prueba definitiva; entrar en el servicio y comprobar que, como es frecuente en los servicios públicos, no hay donde colgar ni el abrigo ni el bolso ni el paraguas ni nada. Agarrada a todo eso, hay que intentar hacer pis, pas y lo que corresponda. ¿Tan caro es poner un colgador en cada retrete? También puede ser que el señor arquitecto que  diseñó algo tan importante para el viajero como es un retrete en condiciones, y el señor político que aprobó la obra tengan una fórmula para salir del paso , en plan malabarista. En ese caso, que nos den un cursillo. 

Y ya que estamos en la nueva estación, se admiten apuestas sobre  cuántas semanas tardaran las paredes de la tal en aparecer renegridas por efecto de pies, maletas y demás enseres apoyados en ellas. Como diría Feijóo, es de "sentidiño" cubrir la parte de las paredes con mosaicos u otro material fácil de limpiar y de larga duración. Pues eso, señor arquitecto. 

Y estaría bien que en la parte supuestamente ajardinada del exterior plantaran árboles de los que crecen alto para dar sombra al viajero, oxigenar la atmósfera de los humos de los buses y alegrar la vista a los vecinos. Me temo que recurrirán a florecitas de colores, renovables cada año, con lo que supone eso de gasto, y fáciles de pisar.

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