Opinión

Una tertulia de gallegos en Madrid

Ramón Cid firma este pequeño libro de 14 por 10 centímetros, sin nombre de imprenta ni ningún otro dato, lo que hace suponer que se trata de una edición de la que se hizo cargo el autor. Son 24 breves poemas en los que Cid hace la caricatura poética de sus amigos con los que tenía una tertulia en Madrid. Entre ellos estaban los ourensanos; Vicente Risco, quien por aquellos años daba clases de Paidologia en la Escuela Normal de Madrid, Luis Trabazo (pintor y crítico de arte ), Adolfo Prego (periodista y hermano del pintor), Manuel Cerezales (periodista casado con la novelista Ana María Matute ), Antón Risco (hijo de don Vicente) y otros gallegos ilustres como Alvaro Cunqueiro, Blanco Tobio , Castro Arines y así hasta 24.

La literatura del café

Risco escribe en el prólogo del libro: ”Aquí estamos, convertidos en tema poético, transportados a la epopeya sin comerlo ni beberlo”… Veréis como cada uno, sin quererlo, se esfuerza por irse pareciendo cada vez más a su retrato, hasta confundirse con él… Todo esto se lo debemos a la tertulia del café. No hay nada tan importante como la tertulia del café“. De esa tertulia salieron estos simpáticos versos de don Ramón describiendo a sus amigos y a sí mismo. El autor no da el nombre del Café donde se reúnen, pero en un artículo publicado en La Región ese mismo año, don Vicente Risco habla de un Café al que van sus amigos. Lo describe así: “muy pintadito, muy moderno, divanes cómodos, café pasable, agua fresca, mozos tratables. Pero es tan estrecho y tan bajo, tan oscuro y tan triste, que se encoge el ánimo y se arrugan la memoria, el entendimiento y la voluntad… mis amigos, la mayoría escritores, no sienten temor a perder sus facultades, disueltas en aquella tenebrosidad que del día hace noche“.

Un abogado con aficiones literarias

Aunque nacido en Ourense en 1908, Ramón Cid pasó casi toda su vida en Madrid donde ejercía de abogado en el Sindicato Nacional y en despacho propio. Era hermano de Natalia Cid casada con Juan Saco, director del Instituto durante años, y tío del también catedrático Juan Luis Saco quien guarda numerosos escritos inéditos, en verso y prosa, de don Ramón. Estaba también emparentado con el músico Faustino Santalices sobre quien publicó artículos en la prensa. De carácter alegre y bromista, como es evidente en sus versos, frecuentaba dos tertulias en Madrid, una de ellas en el Café Gijón donde se supone estaban los amigos a los que dedica este libro. Nunca perdió su contacto con Ourense, a donde venía todos los veranos. Falleció en Madrid en los años setenta.

(Información facilitada por su sobrino el catedrático Juan Luis Saco. Fondo Biblioteca Diputación).

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