Opinión

El tilo que perfumaba la zona

A simple vista no se puede decir cuál fue la causa de que el tilo húngaro (Tilia tomentosa) se viniera abajo, pero "resulta sospechoso el hecho de que sus raíces fueran pivotantes (hacia abajo) y que lo que quedó al aire fuera el cepellón sin raíces", declaró a La Región el psiquiatra y naturalista Vicente Rodríguez Gracia, quien, dado que no hubo ningún motivo meteorológico ni de otro tipo, sospecha que la causa pudiera estar en la presencia del aparcamiento  situado debajo del Parque. 

Rodríguez Gracia, autor del único libro publicado sobre el Parque de San Lázaro, asegura que el árbol caído ayer no estaba afectado por parásitos ni plagas a las que los tilos son muy resistentes. El tilo caído, cuyo aroma era perceptible en el mes de junio, era el único de su especie existente en el Parque al que Gracia atribuye más de 80 años. "Los ayuntamientos tienen la obligación de disponer de un catálogo de árboles en los que se especifique su estado para evitar caídas semejantes. Disponen de técnicos para eso y hay métodos muy fiables", explicaba Gracia.

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