Opinión

Alienígenas

Pues era lo que nos faltaba. Alienígenas en plena exploración de la tierra. Por fin, después de tantos años de dar la lata, que si son, que si no son, que si los veo, que si no los veo, están a punto de bajarse de los platillos dichosos y dejarnos contemplar sus cuerpos serranos. Eso, si dejan de derribarlos por eso de: “Ese es de fulano que nos espía”, “Tú nos espías más”, “Yo no he sido”, “Yo menos”. Solución: son los ovnis. Por supuesto que si es así, no creo que sean tan tiernos como “E.T.”, ese pequeño ser que nos hizo verter mares de lágrimas. O, los terroríficos de la extraña y conmovedora “Señales”. 

Ni de los pacíficos y encantadores vecinos de una estrella lejana, de esa obra de arte, “Encuentros en la tercera fase”, que supuso un antes y un después en el cine de ciencia ficción. Pienso que mucho menos serán como ese extraterrestre, alto, delgado y tan atractivo, que se acompañaba de un robot mortífero pero espectacular, y que venía a aconsejarnos, y en cierto modo a amenazarnos, sobre las medidas que tomarían allá, en otros centros astrales de poder, si los humanos no paraban con esa manía tan suya de fastidiarse los unos a los otros con armas que hacen mucha pupa. ¿Recuerdan, queridos lectores? Se trataba de “Ultimátum a la tierra”, y me refiero a la antigua, claro. 

Dicen los que se dedican a estos menesteres, que hace siglos que están entre nosotros, y que salen de vez en vez de la tierra, del mar, o bajan del mundo estelar, para dar la orden de ponernos finos. Tal vez la película más estremecedora, triste y pedagógica sobre el tema, sea la última versión de “La guerra de los mundos”: no hay enemigo pequeño. 

Pero no quiero ponerme sería. Por eso les digo que si me dejasen escoger el modelo a representar entre los extraterrestres que parece que actualmente nos visitan en globos ¿de colores?, y que según las autoridades de tronío estampan las alturas, me decanto por los que me gustan más de todos los que ofrecen. Y los elijo porque me parecen los más reales y resolutivos a la hora de dialogar con los terrícolas. 

Y porque demuestran exquisita clase, inteligencia, presencia y poderío. Y, sobre todo, porque me han divertido tanto… Porque, vamos a ver, ¿quiénes de todos los conocidos en la gran pantalla, o en la literatura, puede competir con esas maravillas creadas por Tim Burton en “Mars attacks”?

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