Opinión

La "cosa" y la felicidad

Ya era hora de que alguien lo reconociese. A pesar de estar el mundo en que vivimos como está, y en el que actualmente no se oye más que: “¿cómo anda la cosa?” “La cosa anda mal”. “La cosa no va para adelante”. “La cosa digan lo que digan, no mejora…”, todavía el españolito de a pie sigue en pie, y todavía está dispuesto a la jarana porque percibe que todo el año es carnaval, y como carnaval se obliga a ver la vida. Y esto sin duda tiene mucho que ver con el lenguaje todavía vivo también, aunque poco, pero que a pesar de todo nos reserva gratas sorpresas.

Según un grupo de investigadores de Estados Unidos y Australia, tras estudios sobre lenguajes, llegaron a la conclusión de que el español es la lengua más feliz. No en vano tenemos un baile festivo con el nombre de una letra. Esta conclusión está garantizada por los trabajos que se llevaron a cabo sobre la base de 100.000 palabras divididas en 24 aparatados procedentes de 10 idiomas diferentes en cuanto a orígenes y culturas. Entre todos ellos no faltaron el portugués brasileño, el árabe, el francés, el chino y el ruso. En verdad que bien escuchados, todos parecen mucho más serios que el nuestro y algunos tremendamente rígidos.

Para llevar a cabo este hedonímetro, que permite en su desarrollo analizar el contenido emocional del lenguaje, se eligieron varias fuentes como libros de todo tipo, medios de comunicación escrita, redes sociales, páginas web, referencias de cine y teatro, subtítulos, y como no, el mundo de la canción. Pues bien, a pesar de estar como está “la cosa”, las palabras alegres se superponen a las tristes. El equipo de trabajo dirigido por Peter Sheridan Dodds, de la Universidad norteamericana de Vermont, con el que han colaborado varios grupos de investigadores de otras universidades de Estados Unidos, además de la Universidad Adelaide de Australia, asegura que en el lenguaje humano universal, se decanta la huella de la solidaridad; que posee una gran positividad y un contenido emocional que se refleja nítidamente en la frecuencia del uso de las palabras.

Pero, y esto es un aparte, según el resultado, el lenguaje más feliz es el español. De lo que nos congratulamos, porque quiere decir mucho de un carácter, de una cultura y de una forma de ver la vida, a pesar de los pesares. Sin dejar de lado el don del humor, que alivia las penas.

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